03: Once More To See You

20 2 0
                                    

Las 2 jóvenes miraban el interior de la capilla desde una pequeña ventana como el sacerdote hablaba con cada gente del pueblo incluyendo sus amigos. Emma no podía parar de pensar, el pensar que alguien las vió y dirá el pecado que cometieron, el pensar que pasará cuando confiese la verdad.
Por otro lado, Jenna no estaba muy diferente, también estaba muy nerviosa y eso que la morena no se pone nerviosa fácil.

Sería el fin de su vida.
Acabarían con ella.
La detestarían.
Le dirían todo lo más hiriente y cruel de este mundo.
Ya no vería a Emma.
Ya no vería a sus animales del rancho.
Ya no vería a sus amigos.
Se acabarían las escapadas nocturnas.

No quería morir realmente, pero por Emma haría todo.

Cuando digo todo, es todo.

Ambas jóvenes salieron de sus pensamientos cuando alguien empezó a hablar de aquel "junta." en la noche en el bosque.

Luego los más adultos empezaron a criticarlos, pero otros adolescentes que quedaban ahí empezaron a decir que solo querían disfrutar su juventud. Percy, se subió a hablar.

—¡Silencio todos! Escuchen. Yo participé en esa junta esa noche... pero ví con mis propios ojos el porqué este pueblo cayó en las manos del diablo.— La morena y la ojiazul desde afuera escuchaban todo mientras observaban por detrás del cristal, aterrorizadas y nerviosas.
No... no podía haberlas visto.
Es muy estúpido como para siquiera recordarlo incluso lo hubiese visto o no.

Todos los de aquel sala se quedaron callados esperando las declaraciones de el chico.

—Esa noche bajo la luna llena, observé al diablo manipulando a una dulce joven para que caiga en sus tentaciones. Ví como la embrujaba y la guiaba a un acto diabólico, el cuál también pude observarlo.
Detrás de una roca, ambas hacían obscenidades mientras pensaban que nadie las veía, pero yo pude hacerlo.— Todos quedaron impactados al escuchar los pronombres femeninos viniendo de las palabras del chico, más las 2 jóvenes observando todo desde una lejanía, Emma empezó a llorar silenciosamente porque sabría que esto arruinaría la vida de ambas.

—¿Ambas?— Aterrorizadó preguntó el sacerdote, mientras se ponía a rezar.

—Sí querido hermano, no eran nada más ni menos que Emma Myers y Jenna Ortega, ¿No notaron como Jenna Ortega desde que llegó a traído mal al pueblo?— El sacerdote que era padre de Emma casi le da un infarto ahí mismo.
Jenna quedó pálida, incluso comenzándose a cuestionar a ella misma si en verdad ella causó todo y si lo que dice Percy es verdad, si ella trajo mal al pueblo y si en verdad el diablo la estaba poseyendo.

—¡Es verdad!— Salió Eugene a hablar. —Yo las ví hace un par de horas... antes de llegar a acá, en el rancho, ví como coqueteaban y se daban miradas, creí ver un beso! Pero estaba tan seguro de que no sería real que estén cometiendo aquel pecado del diablo, pero ahora que lo veo lo hicieron!— Osea que si las vieron.

Luego todos empezaron a salir y decir que eran brujas y que Jenna maldijo a Emma.

—¡Brujas!— Gritaron todos los de la capilla furiosos, probablemente con la idea de quemarlas o ahorcarlas, todo por amar a alguien que estéticamente esta mal visto.

La mirada de Percy se fue hacia un lado y pudo visualizar a las 2 jóvenes ahora llamadas brujas viendo y escuchando todo.

—¡Allí estan las brujas! ¡Han estado observando todo! ¡Atrápenlas!— Apuntó hacía la ventana y todos los de ahí empezaron a salir desde distintas salidas de la iglesia de madera en busca de las chicas, Jenna tomó la mano de Emma y empezaron a correr hacia todos lados tratando de buscar una salida, pero todo estaba alrededor de los oscuros árboles por la oscuridad de la noche.

—No deben estar lejos, ¡Atrápenlas!— Se escuchaban gritos de la gente desesperadas por ahorcarlas seguramente, Jenna nunca sintió tanto pánico.

—Tenemos que salir de aquí.— Explicó la morena mientras corría tomada de la mano de la ojiazul, ni sabían a donde iban exactamente solo querían escapar y salir de ese lugar con vida.

—¡¿A donde?!— En busca de una salida, saltaron la cerca de una casa y sin darse cuenta llegó un chico del pueblo atrás de ellas.

Emma tropezó con una piedra y al caer al pasto pudieron atraparla.
—¡Corre!— Gritó mientras soltaba la mano de la morena, esta no tuvo otro remedio que hacerle caso,
escuchaba los gritos de Emma pidiéndo que la suelten mientras corría y corría hacia el profundo bosque.

La pelinegra ya detrás de un bosque pensaba soluciones pero su mente estaba en blanco, no sabía que hacer en ese momento ni en ninguno, todo terminaría muy mal haga lo que haga y estaba realmente asustada de lo que podría pasar en las siguientes horas, ella no quería esto, no quería que la discriminaran por quién amar, hace un par de semanas todos la estaban amando y de unas horas a otras lo único que querían era acabar con ella.

Todo por amar una mujer siendo mujer tambien, por hacer algo que no es correcto ni bien visto en la sociedad, tal vez si nunca hubiese escapado nunca hubiese pasado todo esto y seguiría sufriendo pero por lo menos con vida.

Un error puede cambiar toda tu vida.

Loml (Jemma/Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora