EL CAMBIO DE REINOS

El amor y una espada son igual de peligrosos en las manos equivocadas.

Algo que jamás podré comprender es cómo mis padres me mintieron tanto acerca del amor. Sus palabras de aliento, el apoyo mutuo que siempre demostraban, el amor que siempre irradiaban cada que sus miradas se encontraban es tan surrealista. 

El vivir en un hogar donde la unión siempre era la base de todo no me sirvió para ver la realidad de fuera. Mis padres, mis hermanos y mis amigos siempre fueron el circulo de mi vida, jamás nadie había intentado cortarlo y adentrarse a él.

El reino de Valtoria nunca había estado metido en guerras, cada uno de los reyes se había mantenido al margen de cada ataque que se hacía. No hasta que el rey Zarek quedó a la cabeza de la monarquía de Irkoria. Al poco tiempo de su coronación intentó invadir Valtoria, algo que obviamente nadie permitiría, jamás permitiríamos que ese sujeto egoísta tuviera en sus manos nuestro reino. Consiguió lo que ningún rey de otro reino había conseguido, el odio de los valtorianos, incluyéndome. Son fuertes, pero no como el amor por nuestra nación.

Aquí en Vlak la vida es tranquila, siempre y cuando el rey Zarek no trata de invadir el reino nuevamente. Nuestro rey se ha demostrado digno de que lo llamemos de esa forma, y espero que siga haciéndolo.

Mi vida se basa en el amor de mis seres queridos y del amor que me han hecho sentir por mi hogar, mi reino.