Prófugos (Fin).

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Meses, exactamente cinco meses de que toda esa pesadilla acabara. Lukas e Ian se habían encargado de contarles la verdad a Lisa, quien visitaba mínimo cuatro veces por semana a Mike. Alan y Lukas se habían convertido en mejores amigos, y siempre que podían iban juntos al cementerio para visitar la tumba de Teo, Alan para hablar con su amado, y Lukas con su querido hermano.

Estaban Alan, Ian, Mike, Lisa y Lukas en casa de los Urkijo. Estaban en una pequeña reunión, hasta que suena el timbre. Leticia, la empleada abrió la puerta pero no había nada, solo una pequeña caja que decía que era para Lukas.

Este la tomó y subió a su habitación para abrirla en privado y ver si era de Alex, de quién no sabía nada desde hacía cinco meses.

Querido Lukas:

Se que han pasado ya cinco meses desde que no nos vemos, pero yo al contrario de ti si se cómo te encuentras.
Me alegro mucho porque tú y Alan por fin se lleven bien, y que ambos mantengan vivo el recuerdo de Teo. Ojalá pudiera estar contigo pero no puede ser así, ahora mismo estoy ingresado en un hospital psiquiátrico.
No soporté la cruel realidad, de verdad te pido disculpas por haber tardado tanto en escribirte pero no me dejan enviar cartas así que está la envié a escondidas. Quiero que sepas que a pesar de todo no estoy tan mal, si lloro a veces, lloro a cántaros. Lloro por tí, por Teo, por Mike y por Fede. También por saber que Lisa en realidad es mi hermana y eso quiere decir que de alguna forma lo que tú y yo tuvimos no fue más que un incesto, del que nunca me voy a arrepentir.

Siempre tuyo...el chico del lambo.

Lukas no tardó en comenzar a llorar, su amor estaba en un hospital psiquiátrico, como si el estubiera loco. Miró la caja donde venía la carta y pudo ver un collar, era una cadena de oro, de esas que usan las personas personalizadas con nombres, solo que la suya no decía un nombre, sino que decía Carlukas. Era un chip que el y su amor tenían, ya que a Alex le decían Carlitos.

Lukas: Te voy a sacar de ese hospital psiquiátrico mi amor. Murmuró*.

Al día siguiente Lukas fué a casa de Alex, dónde ahora se encontraban viviendo Max, su primo y Nicol su madre. Tocó la puerta y abrió Max...

Max: Alex, él...

Lukas: Ya lo sé Max. Puedo hablar con tu tía?.

Max: Sí claro, pasa y perdona por dejarte en la puerta.

Lukas entró y Max llamó a su tía. Max subió dejándolos solos en la sala para que pudieran hablar.

Nicol: No te imaginas la vergüenza que siento Lukas.

Lukas: Yo tampoco estoy muy felíz de conocerla por estás circunstancias, pero necesito hablar sobre Alex.

Nicol: Alex...-Quedó por segundos en silencio para comenzar a llorar*.

Nicol: Mi hijo no aguantó Lukas. No soportó que su padre fuera un asesino. Fede era un mafioso pero jamás mató a nadie que le importara a Alex. Ese bebé que se quemó en aquella casa después de todo...era su hermano. De cualquier forma tampoco soportó la muerte de su padre.

Lukas: Lo sé señora, pero Alex no está loco. Puede que si estubiera muy confundido por la situación, todos quedamos aturdidos por lo ocurrido pero no es como para internarse.

Nicol: Álex se internó por voluntad propia Lukas. Se la pasaba susurrando "porqué papá" por todos lados. Luego comenzó a tener pesadillas y a gritar en las noches. Decía que veía a Fede que lo llamaba y le pedía perdón por no haberle contado la verdad. Lo llevé al psicólogo y le reseto unas pastillas para los nervios pero creo que no las tomaba.

Atrapado (Carlukas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora