¿Un amor verdadero?

9|Escapar

-Que bien, ahora, necesito un favor -dice Aylen después de que acepte su propuesta.

-No estaré siempre para ti, así que no te acostumbres.

-Entonces no te llevaré.

Manipuladora.

Me levanto y voy a buscar lo que me pidió, unas papas de la maquina exprendedora.
Pongo MI dinero en la maquina y toco el segundo botón, las papas caen y las agarro.

Al volver, Aylen esta con un chico que desde lejos puedo ver quien es.
Gilbert esta sentado a la derecha de Aylen mientras le pasa un brazo por los hombros.

-Toma -digo mientras tiro el paquete en la mesa y me vuelvo a sentar.

-¿Y? -dice Aylen.

-Y...¿que?

-¿Porque sigues aquí sentada?, no ves que estoy con alguien... especial -dice mientras mira a Gilbert, y este sonríe como un niño pequeño.

-No voy a seguir tus orde...-ella clava sus ojos con los míos y me dedica una mirada asesina. Yo con mala gana, me paro y los miro. Genial. Ya se están besando. Como bestias.

-Que asco dan -digo con una mueca. Aunque, ¿que me importa? Total al final alguno quedará con los cuernos más grandes que un alce adulto.

Camino hasta una mesa sola y me siento a mirar mi celular. Escucho que alguien se sienta en frente, y yo levanto la cabeza con una mala cara. Pero ahí estaba el chico pelirrojo que me ayudo cuando me caí hace unos días, y con el que encontré que estaba hablando con Gilbert cuando casi le vuelo la cabeza con una escopeta.

-¿Hola? -digo.

-Hola, soy Tomas, un gusto. Ya me conoces porque te ayude cuando te rompiste la cara, o cuando te llevaste a Gilbert como si le ibas a volar la cabeza con una escopeta. Yo ya me lo imaginaba.

-Si, si. ¿Que quieres?

-Nada... o sea si... pero no... o sea... quiero... eh... ser... ay dios, que digo, je, je -dice nervioso.

-Ser mi amigo.

-Esoo, eso. Claro, lo que pasa es que tenía una bola de saliva que no me dejaba hablar, a veces me pasa... cuando estoy nervioso.

-Esta bien.

-¿Oye, que miras?, no me estas prestando atención -Camina hasta donde estoy yo y ve mi celular- ¿Estas leyendo? ¿Que lees?

-No te importa.

-Pero somos amigos ahora... ¿no?

-Perdón, estoy de muy mal humor, y tengo la cabeza que me explota. Necesitaría descansar pero como que estoy en un lugar donde lo único que no se puede hacer es dormir. Y si, somos amigos.

-¿Y si nos escapamos? -dice emocionado.

-¿Que?

-Escaparnos de la escuela, ya lo hice muchas veces y nunca me atraparon, ven si quieres. Te espero en la entrada de los baños que estan en construccion, tranquila, nadie transita por ahí.

Dicho eso, se despide de un medio abrazo y se va.

Vaya confianza.

Gente en la cafeteria me mira raro. Claro, uno de los chicos más admirados y lindos de la escuela me acaba de dar un abrazo.

Tomas es pelirrojo con ojos verdes, tiene pecas por todo el cuerpo por lo que se ve, ya que las pecas de su cara van desde la frente hasta donde empieza la camiseta.

Al terminar el horario del almuerzo. Me dirijo a los baños en construcción con la mochila colgada en el hombro. En el camino me encuentro a Tomas.

-Al final vienes.