Roma Mudisson es una chica de Nueva York. Su familia tiene problemas y se muda a un pueblo a las afueras de la ciudad. Ingresa a una nueva secundaria donde consigue muchos amigos.
El día en el que ella se presenta a frente a clase, un chico también...
Me levanto rápido y corro hacia la ventana que estaba abierta. Miro para abajo y veo como una persona, mejor dicho, un chico, comienza a correr rápidamente.
Intento escanear como va vestido. Tiene el pelo negro por lo que se ve con las luces de los faroles. Lleva puesta una sudadera de color azul marino con letras en color blanco:
Chicago 1870
V
eo si puedo observar bien su cara, pero al instante se pone la capucha. De repente, mira hacia la ventana en la que estoy yo y unos ojos celestes intensos y electrificantes me miran como nunca antes.
El desconocido me sonríe con una sonrisa radiante. Pero se me hace un poco conocida.
Gilbert.
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Me levanto tres horas y media después de la tragedia, o como me gustaría decirle, allanamiento de un desconocido no tan desconocido a mi habitación.
Hago mi rutina de siempre mientras me miró en el espejo y hablo como si estuviera haciendo un GRWM.
Voy abajo y mamá me espera con un tupper, lo agarro y le dedico una sonrisa falsa.
Voy afuera y papá me espera en el auto.
-Hija, come todo lo que te puso tu madre-ordena.
No es tan fácil...
-Intentaré-digo.
Llegamos a la escuela y me despido de mi hermana, entro y voy a buscar a Emma.
-Primero iré por el malnacido de Gilbert-susurro.
Camino por los pasillos llenos de gente que hacen que el ambiente sea caluroso.
Sigo hasta donde veo a Gilbert con el chico pelirrojo que me ayudo a levantarme hace dos días. Corro hacia ellos y agarro a Gilbert del brazo mientras me dice que pare, que le hago daño.
Lo agarro más fuerte pero ahora de la mano.
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