𝕷𝖔𝖛𝖊 𝕮𝖚𝖗𝖘𝖊 ━━━ 𝙉𝙖𝙣𝙖𝙢𝙞 𝙆𝙚𝙣𝙩𝙤

XIV

—No tienes que hacer caso de lo que dijo Satoru, Nanamin... —Dijo preocupada mientras le seguía.

El rubio detuvo su paso y miro de reojo a Yuu.

—El tiene razón, tu tienes un destino que cumplir, ¿No es así?

Esa expresión suya, era la primera vez que lo veía de esa manera. Simplemente no sabía que decirle y dirigí la mirada al suelo.

—Vamos, te llevaré de regreso a la escuela. —Menciono sin mirarla y retoma su camino.

No entendía por qué Nanami había cambiado su forma de pensar, es acaso por la plática con Satoru.

En ese instante, su móvil había comenzado a sonar, respondiendo a la llamada.

—¿Satoru? —Exclame algo enojada.

—Dime, ¿Aún se encuentran ahí? —Pregunto, Notándose demasiado serio, algo extraño en el.

—Si, pero estamos por irnos a la escuela...

—No, de ninguna manera hagan eso. Quédense ahí donde están...

—Pero es que tú hablaste con...

—¡Les han tendido una trampa!

La chica había sentido una presencia extraña, estando ella sola en aquel lugar.
Al voltear a ver, era Mahito junto con Hanami. Con el aroma extraño que sentía, habían logrado dormir a la Kuran. Hanami la cargo entre su brazo mientras Mahito se deshacía de su hechizo, había tomado la forma de Gojo.

—¿Dónde deberíamos llevar a la chica? —Pregunto Hanami mientras miraba a Mahito.

—Mmm. —Mahito pensaba, ya que no creía que Nanami caería en la trampa. —Geto no sabe nada de esto...

El se acercó a la inconciente Yuu, acariciándole la mejilla mientras una sonrisa malévolo se dejaba ver.

—¡Dejen a esa chica en paz!

Nanami había regresado, dándose cuenta de que todo era una trampa.

—Oh~ así que ya te diste cuenta... —Dijo mientras reía a carcajadas, señalando al hombre. — Y pensar que caíste de la forma más estúpida... Siendo un hechicero de grado 1...

Es verdad que lograron engañarme simplemente porque estoy pensando en Yuu y mis sentimientos hacia ella, lo que hacen que duden, interponiendo siempre. Ademas si no hubiera sido por Gojo, ella...

—Hanami, llévatela lejos. Luego te alcanzo... —Le dijo mientras relamía sus labios.

Asentó con la cabeza y desapareció del lugar, haciendo una lluvia de pétalos.
Nanamin observaba la maldición, queriéndolo matar de una vez por todas.

—Tocaste lo que más aprecio... —Nanami, se había salido de sus casillas.

Continuará....