3.

156 25 0
                                    


—De acuerdo, dime... ¿Quién es el chico? — Preguntó First mientras tomaba otro trago de su cerveza sentado en el taburete del bar junto a un chico pelinegro muy distraído.

—¿Eh? ¿De qué demonios hablas? 

—No estás actuando como actúas siempre Gemini, es casi medianoche y no te veo listo para llevarte a un chico a tu casa, estas distraído y pensativo y en conclusión no eres tú hoy, así que solo puedo concluir que es porque estás pensando en un chico.

—¿De qué hablas? Yo no estoy pensando en First.— Dijo Gemini sin pensar mirando de manera distraída la pista de baile.

—Oh... Así que se llama Fourth.— Respondió First con tono burlón. 

—Mierda... 

—Simplemente dime que está pasando, se ve que sea lo que sea te está afectando ¿O prefieres que te de cervezas hasta que me lo confieses? 

—No... Es solo que... Ugh, ese chico es tan hermoso y tan delicado y yo le hice un comentario estúpido y ahora me odia y no sé porque, pero ahora tengo la maldita necesidad de arreglar todo con él. — Balbuceó Gemini con rapidez antes de tomar un largo trago de su bebida tratando de ahogar su frustración en todo el alcohol que pudiera.

—No entendí nada de lo que me dijiste ¿Dónde lo conociste? Porque que yo sepa en las veces que hemos salido nunca te oí mencionar a un tal Fourth hasta hoy. 

—Mi mamá me pidió que la ayudara en su estudio de baile, soy el encargado de tocar el piano hasta que ella consiga a alguien más que lo haga de manera permanente antes de que me vaya a Nueva York, ahí fue donde conocí a Fourth, lo único que quiero es tener sexo con él y ya... Pero hoy en la tarde le hice un comentario que lo hirió y ahora creo que me odia, no sé qué hacer para solucionarlo todo... Soy un desastre ¿Verdad?

—Un poco. — Respondió el morocho riendo ante la mirada asesina que le lanzó su mejor amigo. — Si quieres mi humilde opinión yo creo que ese chico te gusta, aunque sea un poco y no sólo para tener sexo con él porque nunca te había visto tan preocupado por la manera en que tratabas a tus simples revolcones de una noche.

—No quería tu opinión idiota. — Dijo Gemini a la defensiva porque sabía que muy en el fondo First tenía razón, él jamás había actuado de esa manera con personas con las que simplemente quería tener sexo sin compromiso. 

—Hey, relájate solo estoy diciendo lo que pienso. 

—Como sea, lo que dices no es cierto. — Murmuró el mayor de mal humor volviendo a tomar un trago de su bebida.

—Ok, como digas amigo, cuando te des cuenta de lo que estás sintiendo me llamas, ahora tengo que irme a casa porque tuve un largo día de trabajo y ya estoy cansado. — Se despidió First dándole una palmadita en el hombro a su testarudo amigo antes de desaparecer por las puertas del bar. 

 Gemini maldijo a su mejor amigo por haberlo dejado solo en ese lugar que apestaba a colillas de cigarrillo y alcohol con una completa confusión en su mente, después de darle un último trago a su bebida dejó el dinero que debía encima de la mesa y se fue sin ningún chico a su lado por primera vez en mucho tiempo.


(...)

El mayor siempre que tenía resaca se levantaba de un humor terrible y esa mañana no era la excepción, el molesto sonido de la alarma lo había sacado abruptamente de su sueño e inmediatamente el dolor de cabeza le invadió, desayunó únicamente una taza de café bien cargada y unas pastillas para calmar un poco el dolor, su apetito era casi inexistente.

el bailarín y el pianista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora