4.

127 23 0
                                    


El resto de la semana pasó sin mayores sucesos significativos, Fourth simplemente se limitó a practicar su baile y Gemini a tocar el piano, lo que sí hacían era quedarse hablando por varias horas cuando terminaban de practicar.

Como ahora, ya habían terminado la última práctica de la semana antes de las audiciones y ambos se encontraban sentados frente a frente en el suelo del salón charlando de cualquier cosa. 

—Recuerdo que me habías dicho que tu madre te había enseñado ciertas cosas de ballet ¿Eso es cierto? — Preguntó Fourth interesado mientras masajeaba con cuidado sus pies adoloridos.

—Uh... Sí, cuando ella era más joven conoció a mi padre porque lo pusieron como su compañero en la academia de baile en la que ella estaba en Francia, según ella fue amor a primera vista, eventualmente se enamoraron y se casaron, mi mamá quedó embarazada de mi hermana mayor y ambos decidieron mudarse aquí a Londres... EunHa mostró interés por el ballet a los 9 años y mi mamá no pudo estar más feliz, por eso es que cuando me tuvo a mí pensó que también me gustaría ese mundo, empezó a enseñarnos a mi hermana y a mí junto a otros chicos casi de nuestra edad cuando inició con esta academia, pero después de unos años dejó de interesarme eso y empecé a interesarme más en la música con la que bailábamos, supongo que así supe que me gustaba tocar el piano y no tanto bailar. —Explicó Gemini encogiéndose de hombros.

—¿Y cómo descubriste que eres gay? El pelinegro lo miró con los ojos abiertos por la sorpresa, si mal no recordaba Fourth no había llegado todavía cuando él se lo dijo al grupo de estudiantes que habían ahí. — ¿Fue una pregunta muy personal? Lo siento.

—No... No importa, es solo que ¿Cómo lo supiste? 

—Los rumores aquí se riegan como la pólvora Gemini... Sin mencionar que se lo dijiste a Nancy y ella es la chica más chismosa aquí.

—Y Nancy es... 

—La chica bonita y castaña a la que rechazaste y después les dijiste a todos que eres gay. —Dijo el menor con voz burlona. —Yo me enteré de todo esa misma tarde, al parecer se molestó mucho por tu rechazo. 

—No fue mi intención hacerlo y en ese momento me pareció mejor que supiera la verdadera razón para que no siguiera insistiendo y no entiendo cuál es el drama con todo esto ¿Acaso no todos los chicos aquí son gay?

Fourth empezó a reír con fuerza y el mayor lo miró sin entender. —No Gemini, no todos los chicos que bailan ballet son gay. —Dijo como si fuera lo más obvio del mundo, pero para Gemini no lo era.

—Oh... No pretendía ofenderlos, era solo una absurda suposición. 

—No me ofendiste, es decir, algunos de aquí si lo somos. — Respondió quitándole importancia al asunto.

—Un momento... ¿Dijiste "somos"?

—Em, sí, yo también soy gay. — Dijo el menor con una tímida sonrisa.   

—¡Eso es genial! — Gemini realmente no quería sonar tan entusiasmado, pero le fue imposible. —Y ese amigo tuyo... El castaño ¿Es gay también?

—Algo así, es bisexual, supongo, pero nunca ha tenido algo serio con un chico, solo le llaman la atención y ya, pero solo ha salido con chicas ¿Por qué? ¿Te interesa? — Preguntó Fourth enarcando una de sus cejas.   

—¿Qué? ¡No! Era simple curiosidad, lo juro. — Dijo Gemini casi alarmado, jamás admitiría que en realidad había preguntado eso porque tenía un poco de celos de ver siempre al castaño tan pegado del rubio. 

—Sí... Claro. — Se mofó Fourth sin creerle. 

El chico mayor negó divertido con la cabeza y se acercó hasta quedar casi rozando su nariz contra la del rubio que lo veía asustado por su cercanía.

el bailarín y el pianista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora