Sweet.

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Este gran premio Rebecca iba a venir a verlo, el gran premio de Suzuka.

Los fotógrafos se volvieron locos al ver a tantas Wags acompañando a sus respectivos novios, la afición japonesa era otro nivel

Las prácticas habían sido buenas, tenían una noche de descanso antes de la clasificación, descanso que si novia no dudo en usar

Carmen nos invitó a cenar.—

Dijo derepente con una sonrisa mientras miraba a Carlos acostarse en la cama de la habitación

Uh...que bien — Respondió indiferente tratando de relajarse y abrazando su almohada al lado de el

— Osea que vamos a ir
Aseguro la rubia mientras se dirigía a su closet para empezar a buscar que ponerse

— Estoy agotado...— se quejo el madrileño frunciendo el ceño

— Cariño, siempre estás agotado. Hay que salir, ya reservo nuestros asientos, además va ir tu amigo George

— Lo veo casi todos los días de la semana — se quejo nuevamente sin encontrarle algo interesante a esa cena

— Ya le dije que íbamos a ir, vamos,  te puse varias camisas de opción, todas se te verían bonitas amor.

Carlos suspiro algo frustrado y solo asintió, sentando en la cama y buscando que ponerse.

Rebecca había sido insistente en encontrar un atuendo perfecto para la ocasión. Finalmente, eligió un vestido elegante pero casual, de un tono azul oscuro que resaltaba sus ojos

Carlos, por su parte, se conformó con una camisa blanca y un pantalón oscuro, mientras se preparaban la mujer intentaba mantener una conversación ligera para animar a Carlos. Le preguntaba sobre la carrera, sobre cómo se sentía en las prácticas, y sobre sus expectativas para la clasificación del día siguiente. Sainz, a pesar de su cansancio, hacía lo posible por mantenerse interesado y comprometido.

—¿Cómo están los tiempos de vuelta? — preguntó Rebecca, tratando de sacar algo de entusiasmo de él.

— Bastante bien. Pero, ya sabes, siempre es difícil predecir cómo será la clasificación. Las cosas pueden cambiar rápidamente — dijo el Madrileño intentando sonar más animado.

Rebecca sonrió y le dio un ligero empujón en el brazo en forma de una linda broma

— Eso suena prometedor.

Al llegar al restaurante, se encontraron con George y Carmen, quienes ya estaban esperando en una mesa reservada. Carmen, con su energía contagiosa, saludó a Carlos y Rebecca con un cálido abrazo, mientras que Russell le ofreció una amplia sonrisa a Carlos  y un beso en la mejilla a Rebecca

—Qué bueno que llegaron— hablo la española señalando las sillas en la mesa. — Ya estábamos a punto de empezar.

La cena comenzó con una serie de aperitivos exquisitos, que incluían una variedad de sushi fresco y delicados platos de fusión japonesa. La conversación fluyó de manera natural, y aunque Carlos inicialmente se sintió desconectado, pronto se dio cuenta de que el ambiente era relajado y divertido.

TeamMates. // 55 & 63Donde viven las historias. Descúbrelo ahora