TeamMates. // 55 & 63

Break my Heart again.

Se sentía extraño, algo que no lograba definir con claridad lo tenía inquieto. Era la semana del Gran Premio de Inglaterra, su carrera en casa, donde las expectativas eran más altas que nunca. Silverstone siempre había sido especial para él, el lugar donde había crecido como piloto y donde los ojos de miles de aficionados estarían sobre él. Sin embargo, esta vez la presión no venía solo de la pista.

Habían pasado semanas desde que la comunicación con su novia empezó a volverse más esporádica. Antes, hablaban a diario, compartiendo detalles pequeños y grandes de sus días. Pero últimamente, parecía que
cada mensaje tardaba más en llegar, y cada llamada se sentía más corta , entendía que ella estaba ocupada, su carrera demandaba mucho de su tiempo, pero aún así no podía evitar sentirse desplazado.

"¿Qué está pasando?" se preguntaba a sí mismo una y otra vez, mientras intentaba concentrarse en las sesiones de simulador y en las reuniones con el equipo. Pero esa desconexión lo carcomía por dentro. Se encontraba revisando su teléfono más de lo normal, esperando un mensaje, una señal de que todo estaba bien. Sin embargo, el silencio seguía presente, y con cada día que pasaba, su frustración crecía.

No tardó demasiado en darse cuenta que Carlos igualmente se veía...¿Desconcertado? No sabía si era la palabra correcta
Sus ojos marrones mirando a otra dirección en vez de el auto eran más evidentes de lo que Sainz desearía

En la carrera de Austria ambos tuvieron un sólido 3-4, con Carlos fuera de el podio, normalmente lo trataría de alentar, pero ahora cada vez que se acercaba a el parecía que lo tenía de frente pero su mente en otro lado, estaba preocupado,¿Acaso todos los españoles se pusieron de acuerdo para evitarlo?

Intentaba no darle demasiada importancia, no quería ser el tipo de persona que dependiera emocionalmente de alguien, y mucho menos ahora, con la carrera más importante del año acercándose. Sin embargo, esa sensación de que algo estaba mal lo perseguía, En el fondo, George sabía que no debía cargar a su novia con expectativas imposibles, pero era difícil no sentir que el equilibrio que habían logrado estaba desmoronándose.

Las pocas veces que lograban hablar, las conversaciones eran cortas y de el mismo tema como si ambos estuvieran marcando una casilla más en su lista de tareas. Las risas que solían compartir, los planes para verse después de las carreras, todo eso se sentía ahora lejano, ambos estaban ocupados, sobre todo que El Británico había roto la confianza de Carmen al beber en Mónaco, ella de vez en cuando se lo seguía recordando y el todas las veces le pedía perdón.

La presión del Gran Premio de Inglaterra solo escalaba esos sentimientos, en cada rueda de prensa, en cada entrevista, se le recordaba lo importante
que era esta carrera.
"George, ¿cómo te sientes corriendo en casa?"
"George, ¿crees que este puede ser tu año en Silverstone?"
Las preguntas se acumulaban, y aunque respondía con una sonrisa y una confianza ensayada, la verdad era que se sentía más distante de todo por primera vez

No era solo la presión de rendir frente a su gente, era la combinación de todo: la expectativa, el deseo de hacerlo bien en casa, y esa sensación constante de que algo en su vida personal no estaba funcionando. Era como si estuviera perdiendo el control, y eso lo frustraba, que siempre había tan meticuloso en todo lo que hacía, ahora se sentía impotente frente a una situación que no podía manejar.

Cada vez que intentaba hablar con ella, no encontraba las palabras adecuadas. Quería expresar lo que sentía, pero temía sonar demasiado necesitado, o peor aún, temía que al hablarlo, confirmara que algo realmente estaba mal entre ellos. Así que guardaba sus pensamientos para sí mismo, esperando que, de alguna manera, todo volviera a la normalidad.