Casual.

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Uno de los grandes premios más importantes llegaba a el calendario.

Mónaco, la pista en donde ganas hace historia, estaba apunto de realizarse, la clasificatoria lo es todo en este circuito, y Mercedes logro su exitoso 1-2
Después de ellos Oscar Piastri representando el escalón más alto de McLaren y en cuarto lugar Max verstappen, seguido Charles Leclerc y luego Sergio checo Pérez

Se estimaba una lluvia próxima, las nubes negras  reflejándose en las aguas del Mediterráneo que rodeaban el circuito urbano más famoso del mundo. Los edificios y yates lucían majestuosos mientras el rugido de los motores de la Fórmula 1 resonaba por las estrechas calles. Era el Gran Premio de Mónaco, y la emoción estaba en su punto máximo.

En la parrilla de salida, George se encontraba en la pole position, su mirada fija en la salida. Sabía que Mónaco era un circuito donde adelantar era casi imposible, y la clave para la victoria sería mantener la calma y la concentración. A su lado, Carlos Sainz, su compañero de equipo, se preparaba
El rugido de los motores se intensificó mientras los semáforos rojos se apagaban, dando inicio al Gran Premio de Mónaco, Russell arrancó de manera impecable, manteniendo su posición en la punta mientras Carlos Sainz trataba de cubrir su flanco de un ataque temprano por parte de Oscar Piastri, quien había tenido una excelente salida y se situaba peligrosamente cerca en la tercera posición. Detrás de ellos, los Red Bull de Verstappen y  Pérez también habían comenzado bien, con Max adelantando a su compañero de equipo en la primera curva para colocarse en el cuarto lugar.

Las primeras vueltas transcurrieron de manera tensa, con Russell y Sainz formando un dúo impenetrable en la delantera. Los Mercedes parecían sincronizados, con George controlando el ritmo y Carlos defendiendo la línea interior con precisión quirúrgica cada vez que Piastri intentaba un adelantamiento. La tensión entre ambos compañeros de equipo era palpable, pero había un entendimiento tácito: su mayor amenaza era el piloto de McLaren, que no dejaba de presionar.

Mientras tanto, más atrás Max estaba claramente frustrado. Sabía que el trazado monegasco no ofrecía muchas oportunidades para adelantar, pero era consciente de que debía encontrar la manera de pasar a Piastri si quería aspirar al podio. Sergio por su parte, intentaba seguir el ritmo de Max, pero una ligera vibración en su coche le hacía perder terreno.

-George, buen ritmo. Mantén la concentración. Carlos está cubriéndote bien- la voz del ingeniero de carrera de Russell rompió la quietud en el casco del piloto británico.

-Recibido- respondió George, sin apartar la mirada del asfalto. Sabía que cualquier error, por pequeño que fuera, podría costarle la carrera.

A medida que la carrera avanzaba, los neumáticos comenzaron a mostrar signos de desgaste. Las primeras paradas en boxes se acercaban, y la estrategia se tornaba crucial. Piastri fue el primero en entrar, buscando un undercut que lo posicionara por delante de los Mercedes. El equipo de McLaren realizó una parada perfecta, y el joven piloto regresó a la pista con neumáticos frescos, dispuesto a darlo todo para ganar posiciones.

Los Mercedes respondieron al llamado, con George entrando primero, seguido una vuelta después por Carlos. Ambos pararon sin contratiempos, y al reincorporarse a la pista, lograron mantener sus posiciones frente a Piastri, aunque el piloto australiano ahora estaba más cerca que nunca.

"Box, box" ordenó el ingeniero de Verstappen. El piloto neerlandés obedeció, y tras una parada rápida, salió justo detrás de Piastri

La segunda mitad de la carrera se convirtió en un verdadero duelo entre los cuatro primeros. George y Carlos seguían liderando, pero ahora Max estaba pegado al alerón trasero de Piastri, buscando cualquier resquicio para adelantarlo. La habilidad de Verstappen para mantener la presión era impresionante, pero Piastri se defendía con la tenacidad de el tetracampeon mundial

TeamMates. // 55 & 63Donde viven las historias. Descúbrelo ahora