Capitulo 51: El Ojo De La Tormenta

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Dejando atrás a Hu Tao y Fischl, Yomite y Lumine abandonaron la habitación y furtivamente usaron su habilidad de teletransporte para llegar allí mas rápido.

El requisito para que ella activara la habilidad era sostener la mano de la persona o tocar una parte de su piel.

Bueno, la teletransportación era un pequeño truco bastante conveniente que usaban muchos protagonistas de los isekai.

Sin embargo, Yomite había leído sobre la teletransportación y esta era jodidamente peligrosa.

Leer acerca de cuantas veces esta habilidad podía fallar lo volvía un poco escéptico.

Y otras veces lo aterraba bastante.

En el mejor de los casos serías teletransportado a una ubicación diferente a la que se suponía debías ir, o tal vez quedaras varado en alguna isla alejada de tu lugar de origen.

Lo cual era bastante malo, sin embargo había una alternativa aun peor.

En el peor de los casos...tan solo una mitad de tu cuerpo se teletransportaría a otro lugar mientras que la otra mitad se iría al sitio que querías o tan solo se quede en el mismo lugar...

Cortándote a la mitad de manera rápida, lo cuál era una muerte prácticamente garantizada.

A veces, si te equivocabas con las coordenadas, podías terminar dentro de una pared debido a tu propio error de calculo, o tal vez tus huesos se convertirían en una gelatina verde. Todas estas posibilidades eran realmente aterradoras.

Viéndolo de esta manera, teletransportarse no era tan bonito como lo hacía parecer el anime, manga o novelas.

Venti el bardo, mencionó que debían encontrarse con el en el árbol más grande de Teyvat.

El nunca había estado en ese lugar antes ni había usado un teletransporte, sin embargo, Lumine ya había visitado este lugar un par de veces y con ello el puso su confianza en que no acabaría partido a la mitad por culpa de teletransportase.

Una vez que ella lo tocó, una luz blanca los envolvió y después de que se desvaneció, aparecieron frente a un árbol gigante, justo al lado del dispositivo, este parecía mas bien una estatua real de una persona importante o una figura del pasado.

"Parece que ya estamos aquí." Suspiró el en señal de alivio, esto a causa de darse cuenta de que estaba completo sin ninguna parte faltante de su cuerpo.

¡Aún estaba vivo!

La estatua de piedra frente a ellos cual monumento llevaba vigilando a Mondstadt desde hace ya miles de años...

Las leyendas dicen que fue esculpida a la imagen y semejanza del Arconte Anemo, Barbatos. 

Era una estatua bastante grande, tal vez el doble de grande que un hombre adulto.

Era una estatua de gran tamaño, cubierta de hojas y enredaderas, con forma de un hombre con una capucha cubriendo su cabeza y un par de alas extendidas detrás de su espalda, tal como un ángel o un mensajero de Dios.

También tenía un rostro femenino que se parecía al del bardo que ambos conocieron hace no mucho, lo que ayudaba a volver más creíble su identidad.

Era bien entrada la noche, pero con cierta dificultad podía leer las palabras escritas en la estatua, las cuales decían: "Las semillas traídas por el viento, con el tiempo acabaran germinando."

La estatua anticipaba silenciosamente la llegada de un alma noble, mientras mil vientos del tiempo pronto ayudarían a desarrollar una nueva historia...

Genshin Impact, Brisa pasajera en TeyvatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora