Unos segundos después de que la alarma sonara en la catedral, Lumine y Paimon corrieron escaleras arriba y forzaron la puerta para que se cerrara detrás de ellas, tirando bancas cercanas para bloquear a quien sea que fuera detrás de ellas.
"¡Tenemos la lira! ¡Pero necesitamos correr!" Grito Paimon, un poco distraída por la alarma que la despertó de su sueño.
Lumine, sin aliento, le entregó la lira a Venti.
Casi fue robada por alguien más, pero al final, se las arreglaron para obtenerla, irónicamente robándosela a la otra persona.
La lira era hermosa, no importa como la vieras. El instrumento hecho de madera y cuerdas tenía la longitud perfecta para que los brazos alcanzaran las cuerdas sin esfuerzo.
El cuenco redondo era de un color carmesí intenso con los bordes dorados redondeando las esquinas. Había dos reposabrazos dorados en la parte inferior y dos brazos rodados en la parte superior.
Las cajas de sonido estaban colocadas simétricamente a cada lado del cuerpo de la lira, para que tanto diestros como zurdos pudieran usarla.
Lo mas impresionante era la vista de aquel instrumento.
Completamente divino.
Mirandola desde un lado, se podía ver a través de algunos de agujeros las cuerdas y los agujeros de la caja de la lira.
Las cuerdas eran increíblemente delgadas y flexibles, lo que permitía al músico tener control sobre el sonido a su gusto. Las cuerdas estaban teñidas para hacer que combinaran con la madera del instrumento, en lugar de los colores comunes como dorado o plateado.
Los artesanos y mujeres que habían fabricado este instrumento debieron haber dedicado incontables horas de sus vidas, trabajando arduamente en el gran salón, haciendo cada cuerda a mano, solo para enhebrar lentamente todo el conjunto hasta obtener el producto final.
"La lira misma ha estado en silencio el mismo tiempo que yo he estado dormido. Ningún ser mortal sin habilidades en las artes arcanas podría tocar música con ella. Solo yo, estoy eternamente agradecido por lo que ustedes dos han hecho por mi y por Dvalin."
Ellos se encontraban cautivados por la lira mágica, pero justo ahora, no tenían tiempo para contemplar la belleza de la lira, ya que estaban ocupados corriendo.
Corrieron por las calles vacías de Mondstadt.
Sus pasos resonaban contra el cemento mojado, sus corazones latían con fuerza.
Pequeñas gotas de agua que se formaban en las superficies frías durante la noche, haciendo que el suelo se humidifique a medida que el vapor atmosférico se condensaba.
El sonido de sus pasos era audible para aquellos con oídos atentos, afortunadamente parecía que los Caballeros de Favonius los habían perdido, de alguna manera.
Parece que ser cierto que la mayoría de los caballeros capaces se fueron de expedición con Varka y el resto fue una plaga perezosa que se quedo en la ciudad.
Que suerte tuvieron.
Pronto descubrieron un refugio.
La taberna El Obsequio del Ángel estaba abierta.
Todos entraron rápidamente a la taberna y cerraron inmediatamente la puerta detrás de ellos.
De todos los presentes, Paimon fue la única que jadeaba cuando entraron al edificio, "Wooh...haah...Paimon está sin aliento...haah...¿Nos...escapamos?"
"¿Como es que siquiera estás sin aliento cuando estás flotando?" La frente de Yomite se arrugó, algo no encajaba.
"¡Hey! ¡Volar también le pasa factura a Paimon! ¡No es tan fácil como parece! ¿¡Por que no lo intentas tu mismo!?"
"Si sabes que no soy capaz de hacer eso, ¿Verdad?"
"Tch...¿Qué se supone que es esto?"
Una mano frustrada limpió una copa de vino detrás del mostrador.
El dueño de la mano, era un hombre con cabello carmesí peinado hacia atrás, habló con un tono bastante hostil, "¿A quien tenemos aquí tan temprano en la mañana? Vamos a ver...el hermano adoptado de Kaeya, una menor, una niña flotante y el bardo más infame...parece que tu grupo de alborotadores ha crecido, aunque creo que se te perdió uno..."
Un jadeo ofendido escapo de la pequeña boca de Paimon.
Parecía que esta vez, ella realmente no tenía palabras para describir el horrible apodo que le habían puesto.
O al menos eso parecía.
"Ah, Diluc, hola..." Yomite lo saludó mientras abrazaba a Paimon.
Aunque, realmente, Yomite estaba amortiguando los gritos de Paimon con su mano.
También resulto que tenía mucho que decir sobre como la llamaba Diluc, pero no podía hacerlo.
"Nos gustaría pedir algunas bebidas sin alcohol y algunos asientos en un lugar privado, digamos en el segundo piso por ejemplo." Yomite dejo muchos Moras en la mesa y el grupo subió as escaleras.
"Claro, de hecho es menos llamativo ahí arriba."
Mientras subían las escaleras, Diluc miró en silencio a Paimon que gruñía, cuyos ojos estaban todavía mirándolo hostilmente debido a su anterior comentario.
La "cosa voladora" era un poco rara. Nunca antes había visto una criatura así o un monstruo amigable.
Si notó el patrón en forma de constelación que parecía adornar el movimiento de la pequeña, los destellos en si eran terriblemente similares a algo que había leído en un libro antes.
'Cabello blanco, una horquilla con forma de estrella y esa capa...que extraño.'
Una vez en el segundo piso, el grupo se sentó en una mesa cercana.
"¡Paimon se vengara eso es algo seguro! ¡En el fututo! ¡El llamó a Paimon una niña! ¿¡Puedes creerlo!?" Su pisoteo junto con sus pequeñas botas hacían la escena un poco cómica, ya que en realidad no estaba golpeando mas que aire.
El grupo se rió del extraño comportamiento de la pequeña hada.
"¡Bueno, ciertamente suenas como una! ¡No puedo negar eso! Pero, he aquí una pequeña corrección, el te llamo...niña flotante." Venti también la provocó.
"¿¡Tu también!? ¡Suficiente! ¡Paimon ya se decidió! ¡Paimon te va a dar un apodo horrible! Déjame pensar...considerando que eres un bardo..." Ella parecía estar pensando muy seriamente esta vez.
"¡Oh, si, por su puesto! ¡Soy el mejor bardo del mundo y mi voz es la mas melodiosa que tus oídos jamás escucharan! ¡También tengo un montón de fanáticos!"
Yomite se estremeció al recordar un extraño momento de antes, mientras recorría la ciudad.
Fue en ese entonces cuando los "fanáticos" de Venti hablaron sobre que hoyo era mejor explorar y Yomite no se atrevió a decirle nada de eso a Venti.
'Es mejor que permanezca como un secreto...aunque por alguna razón, quiero ver como reaccionará ante eso...'
"¡Aja! ¡Paimon lo tiene! Paimon te llamará...¡Bardo de pacotilla! ¡Bu-jaja!"
Venti frunció un poco el ceño pero no dijo nada sobre el apodo.
Sin embargo, todos los presentes podían sentir que Paimon estaba empezando a ponerlo de los nervios.
Yomite no podía decir si estaba ofendido por el apodo o si tenía alguna otra razón que no deseaba compartir.
Por lo que decidió cambiar de tema.
"Bueno, Paimon. ¿Por que no le das un apodo a Diluc también? Dijiste que intentarías asesinarlo en el futuro después de todo." Levanto la voz un poco para que Diluc pudiera escucharlos desde abajo.
"¡P-Paimon no dijo eso! ¡Ni si quiera algo cercano a eso! Pero...ehm...eso es...Paimon esta molesta con el...pero el da algo de...miedo..."
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Genshin Impact, Brisa pasajera en Teyvat
FanfictionNombre original: Genshin impact, Breezing Trough Teyvat Autor: Stick_Swinger en Webnovel -‐-------------------------------------------------------- Un hombre que solía reseñar novelas muere en un accidente de ascensor y es enviado al mundo de Genshi...