Harold y Ezekiel

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Sala de espera—


La vida es como una constante marea, viene de pronto, y cuando no te das cuenta se vuelve a ir, trayendo entre sus oleajes las experiencias y personas que, para bien o para mal, parecen estar destinadas a encontrarse en nuestras vidas.

En ese caso, era para mal.

Brick McArthur era un sujeto ocupado, quizá demasiado, y eso se podía reflejar en la cantidad de clientes que solían acudir a su estudio; pero ese día solo habían dos personas, esperando que el diseñador pudiera darles un poco de su tiempo, con cada minuto de espera pareciendo una tortuosa eternidad.

Harold y Ezekiel estaban más cerca de apuñalarse que de la amistad, pero para la buena suerte de ambos, la muerte no los atraparía en esa sala de espera.

—¿Para que viniste? ¿Estás trabajando ya? ¿Siquiera puedes caminar aún? —El modelo era el más molesto con el encuentro, al menos externamente, asegurándose de que si él la iba a pasar mal, no sería el único.— Es una perdida de tiempo que vengas, honestamente, asi que agradecería que no me hagas el día más amargo y aceptes que yo seré el siguiente en pasar.

Harold, quien se encontraba en su celular hasta ese momento, elevó la mirada solo para clavarla en él, tardando unos segundos en calmarse internamente y no aventarle el mismo en la cabeza.

—Por supuesto, ve tú primero. —Tras ello, incluso le dió una pequeña sonrisa, la cual le causo un desagradable escalofrío al confundido adverso, el cual ya estaba preparando sus insultos para una inminente discusión.— Es más, asumía que lo harías.

—¿En verdad? Pensé que querrías hacer un berrinche para arrebatarme el turno.

—No, no realmente. —Se encogió de hombros, dejando el celular finalmente a un lado.— Brick es un buen amigo, esta vez solo vengo a pasar el rato, y estoy seguro de que tooodo lo que digas en tu turno será algo de lo que podremos burlarnos luego. —Tras ello, tuvo que ahogar una risa, sabiendo perfectamente como estaban aguantando las ganas de ahorcarlo.— Es broma, Brick es un profesional, no habla de ti aunque seas insoportable.

Realmente, eso era una completa mentira, pero debía cubrir el mal hábito de su amigo.

—Brick tiene suerte de que mi padre insista con contratarlo, en verdad no lo aguanto... —Ezekiel comenzó entonces a quejarse del tercero, sin preocuparle demasiado si este llegaba a oírlo.— Siempre está serio y regañando a todo el mundo, es insoportable.

—Es un encanto. —Harold difirió, cruzándose de piernas y notando como esto llamaba la atención ajena.— Ya puedo moverlas, solo me es difícil caminar por mucho tiempo yo solo. —Se dió el trabajo de satisfacer la curiosidad ajena, haciéndole asentir de arriba a abajo de forma inconsciente.

Claro, cuando Ezekiel se dió cuenta de esto, cambió nuevamente a un semblante molesto.

—A nadie le importa. —Mascullo, cruzándose de brazos y dirigiendo la mirada a otro lado, cualquiera mientras no fuera al actor.

Aún así, estar callados no era una opción a ese punto.

—¿Cómo está Beth? Escuché que son cercanos últimamente. —El pelirrojo no tardó en cambiar el tema de conversación; podía detestar a Ezekiel, pero sin duda era divertido el molestarlo.— ¿Será que las revistas están por anunciar un nuevo romance? ¡Seguro serían una pareja adorable!

—Claro que no, y si lo fuera, no sería de tu incumbencia.

—¿No? Que lastima, hacen una linda dupla... Cómo si Heather Chandler tuviera un extraño romance con una versión mal hecha de Regina George. —Tras ello, Harold no pudo evitar imaginar la escena, divertido con la imagen.— La verdad siempre que intentan retratar a un personaje como Regina lo hacen simplemente cruel, pero creo que olvidan que en verdad ella actuaba por la espalda y... —Si algo parecía haber cambiado en ese jóven, era como ya no evitaba tanto el reprimir su parloteo con sus temas de interés, quizá hablando más de lo que sería normal.

Esto sin duda descolocó aún más a Ezekiel.

—No se de musicales ni películas de ese tipo, soy heterosexual. —Lo interrumpió, volviendo a negar con su cabeza. 

—Buu, zorra. —Suspiró la referencia, con la inspiración cortada frustrandole ligeramente.— ¿Qué hay de Leshawna? ¿No es tu tipo? Te preguntaría por Owen también, pero ya que supuestamente eres heterosexual...

—Mi vida sentimental es completamente privada y no te incumbe. —Volvió a negarse a hablar del tema.— Como sea, todo lo que tienes que saber de ellos es que son personas con mucha clase, a diferencia de el montón de fracasados que te rodean. —Incluso para el mismo Ezekiel, todo eso sonó fuerte una vez lo analizó, pero mantuvo su postura por mero orgullo.— Ya asumí a tu novia la delincuente y tu novio el dominado, ¿Pero que tan bajo debes caer para juntarte con Geoff?

—El sujeto quiere aprender japonés y yo no soy más que una humilde y caritativa alma. —Le restó importancia, aunque la verdad ni él sabía como terminó convenciendole; de todos modos no negaba lo divertido que era tener a alguien que lo admirara por la más mínima frase que soltará en otro idioma.

—Ajá, ¿Tú, humilde? No me hagas reír, McGrady. 

—Bueno, Ezekiel, tú eres el menos indicado para juzgar quien lo es y quién no, así que no me jodas. —Tras ello, unos segundos de silencio se hicieron presentes, rompiéndose con el repentino chillido de la modelo que se encontraba al otro lado de la puerta.— Seguro le clavaron un alfiler, que dolor... —Murmuró, con un escalofrío recorriendole.

Ser amigo de Brick venía con beneficios, pero también con ello las desventajas, siendo la más obvia que con la confianza que tenían, el diseñador no dudaba en ser cruel cuando quería, resultando bastante recurrente la inusual práctica de pasarlo a llevar con alfileres cada vez que se daba cuenta de que había bajado de peso o algo por el estilo.

Era una forma extraña de preocuparse por su salud la cual apreciaba, pero desearía que no existiera.

Para suerte de ambos lados, Brick terminó por asomarse finalmente por aquella puerta, con la cliente saliendo y dando vía libre a qué Ezekiel pudiera atenderse, por poco que le emocionara al diseñador.

—Ya era hora, ¿Sabes cuánto rato llevo esperando? —Ezekiel dió por terminada la conversación, levantándose de su asiento y dirigiéndose al tercero.

—Lamento la tardanza, ugh... Lindsay está enferma y me he encargado yo solo de todo hoy. —Se excusó Brick, luchando por no ponerle una mala cara a Ezekiel en el proceso.— Son solo unos ajustes, no tardaré demasiado en esto... Además Harold, si te vas no podré contarte, ¿Adivina quienes se separaron?

—¿No que no hablan de chismes?

—Estoy hablando de mis padres, Ezekiel, ni al caso. —Mintió el diseñador, volviendo a su faceta sería.— Como sea, espérame, en un momento termino.

—Te espero, no te preocupes... No es como que pueda huir muy lejos de todos modos.—Respondió Harold, notando por la expresión del modelo que le había ganado el comentario.— Un gusto verte, Ezekiel, buena suerte en el mundo del nepotismo o lo que sea que estés haciendo ahora.

—Espero que nuestro próximo encuentro sea en el infierno. —El modelo por su parte siquiera se molestó en fingir un mínimo de simpatía.

—Que encantador.

Así, tras varios insultos, pero afortunadamente ningún muerto, concluyó el encuentro de ambos sujetos, dejándoles un desagradable sabor de boca y ninguna duda que la amistad entre ambos era imposible.

Al menos, tenían material para chisme esa semana.

Migajas [Total drama clichés opuestos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora