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Estábamos a centímetros y podía sentir su respiración... estaba a nada de darme un beso cuando...

*suena un telefono*

Haciendo que nos separaremos, Vi como maldijo en voz baja para ver su celular, al ver el nombre de quien le marcaba colgó enseguida. No pude ver que decía pero actuó algo raro. Le di un beso en la mejilla y me despedí para después bajarme del deportivo.

Entre a mi departamento cansada apurándome en  poder cambiarme y acostarme en mi cama, sentía que había sido un día eterno.

Ya acostada y con la luz apagada podía ver desde mi ventana las estrellas, no dejaba de preguntarme como es que era posible que Antonio y yo estuviéramos a nada de besarnos.

Me sentía estúpida por empezar a sentir algo por alguien con quien claramente las cosas no podrían servir. En mi interior sabía que no era la única persona a la que trataba así.

Me voltee para intentar conciliar el sueño ya que mañana tenía entrenamiento desde temprano.


Sonó mi alarma a las 6:00 am haciendo que despertara, me bañe y alisté para entrenar, llevaba ya dos días sin hablar con Melissa, sabía que si estaba enojada no querría hablar conmigo.

Manejé hasta el estudio, llegue y pase a vestidores a dejar mis cosas en un locker. Vi a lo lejos a Melissa hablando con la coach, se veía algo molesta y parecía que estaban discutiendo.

Mel se alejo de la discusión para agarrar su maleta y salir por la puerta principal, confundida la seguí para preguntarle que estaba pasando.

-Melissa, que ocurre?- hable un poco alto viendo como se alejaba.

Al escucharme dio la vuelta y pude ver lagrimas que salían de sus ojos.

Se acercó abrazándome y sin poder decir una sola palabra soltó un mar de llanto.

Yo no entendía que estaba pasando, así que abrí el coche y le pedí a Melissa que se sentara en el asiento para pasarle una botella de agua y que pudiera respirar un poco.

-Ahora si, ya puedes explicarme qué es lo que pasó?- le pregunté con tono tranquilo.

Ella respiró un poco y aún con la voz entrecortada me contestó
-Le pedí a la coach que me sacara del equipo de Nata... no quiero trabajar con el, no es una persona profesional...
Pero no me deja, me dijo que si no acepto esta oportunidad ya no seré parte del equipo competitivo y tendré que dejar el estudio-

Pensé unos momentos antes de hablar, ya que gracias a mi bocata arruine todo la última vez

-Hoy no entrenaremos- dije con tono de seguridad y procedí a subirme a mi coche.

Los ojos de Melissa se abrieron como platos - Jamás haz faltado a un solo entrenamiento, no tienes que hacerlo por mi- me dijo muy sorprendida y extrañada.

-Hoy se necesita, tú me necesitas y prefiero ver pelis y comer helado contigo para poder hallar una solución, a entrenar sola- dije mientras arrancaba de regreso a mi departamento.

...

Estuvimos todo el día viendo películas de Disney mientras comíamos dulces, helado y todo lo que se nos antojó en el transcurso del día.

-Sabes que no podría irme sin ti verdad?- le dije por fin sacando el tema.

-Yo lo sé, pero enserio no quiero verlo. Me sentí usada- me contestó poniendo pausa a la película que estábamos viendo.

La abracé durante unos minutos. Hasta que tuve que soltarla gracias a el sonido del teléfono

*Sr Bianchi, tiene una visita del señor Herrera* escuché. - si, que pase- contesté.

Me sorprendí y empecé a ponerme nerviosa.
Melissa no sabía que había salido con junior porque no habíamos hablado en todo el fin de semana.

Me paré rapidísimo de la cama y empecé a cambiarme, llevaba todo el día en ropa de ejercicio... -Okay, vino Junior a verme.. yo sé que suena raro pero tengo que explicarte todo okay?- dije apurada.

Mi amiga solo me vio con cara sorprendida y sonrisa pícara.

No le di importancia y me arregle como pude con los min que me quedaban, en eso sonó el timbre que retumbó en todo el departamento.

Abrí la puerta y ahí estaba el, sosteniendo un ramo de rosas rojas hermosas.

-Hola chula!-

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora