I would let the world burn. |G

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Estaba en una fiesta con Red, mi novia, pero la había perdido de vista, y eso que solo fuí por unos tragos.

Empecé a buscarla entre la multitud, no era difícil ya que ese cabello rojo la delata, pero no la veo ahí.

Deje los tragos en una mesa y voy a buscarla en el baño. Entró y nada, no está.

Empecé a preocuparme, ella nunca se separaba de mi en este tipo de fiestas. Y mucho menos si está ya algo tomada.

La casa donde era la fiesta era enorme pero aún así empecé a buscarla en todos lados, en la cocina, en el comedor, en los otros baños.

Nada.

Red no estaba por ahí.

Solo me queda el piso de arriba.

Subo por las escaleras y la escena que veo en el pasillo, deseé jamás haberla visto, porque significaba que estaba sucediendo.

Un tipo que desconozco tenía acorralada a Red contra la pared, tenía agarrada sus muñecas por arriba de su cabeza. Su vestido estaba más arriba de lo que debería y estaba intentando besarla. Red tenía una expresión de temor y forcejeaba para soltarse.

Sin más agarre la daga que tenía escondida en mi bota, hoy por una extraña razón me la traje, menos mal que lo hice.

Fuí hacia ellos con la daga en mano, agarre al tipo y le dí un puñetazo en la cara para después empujarlo haciendo que chocará con la otra pared, me posicione delante de Red cubriéndola con mi cuerpo.

Apuntaba al chico con la daga y lo miraba de una manera asesina.

— ¿Qué diablos te pasa? — fue lo que me dijo mientras se sobaba la cabeza, ví sangre en su mano y también en su nariz mientras se acercaba otra vez.

— ¡¿A ti que mierda te pasa eh?! — le grite enojada. — ¡¿Qué carajos pensabas hacerle?! ¡¿Qué le estabas haciendo?!

— Calma linda, solo me divertía ¿Por qué? ¿Quieres unirte? no tengo problema. — dijo acercándose más.

— Atrás. Mantente lejos.

— ¿Quién me lo va a impedir? ¿Tú? No me hagas reír eres solo una princesita. — dijo en tono burlón, me estaba acabando la paciencia.

— No sabes de lo que soy capaz y como yo soy la que tiene la daga, alejate.

— Y tú quien eres para meterte, esa chica y yo íbamos a divertirnos mucho. — dijo sonriendo. Pronto iba a borrarle esa sonrisa.

— Soy su novia. Y es obvio que querías abusar de ella, infeliz. — mi voz sonaba fuerte y furiosa.

— Ay con más razón, les hace falta un hombre de verdad para que se les quite esas ideas de la cabeza, enfermas. — dijo con asco. ¿Quién se cree ese hijo de puta?

— El burro hablando de orejas, aquí en enfermo eres tú. Hubieras abusado de ella si yo no hubiera llegado ¡¿Verdad?!

El tipo no respondes solo se queda callado mirándome.

Miré de reojo a Red, parecía ida, no miraba un punto en específico solo se mantenía atrás de mi. Necesito sacarla de aquí.

— ¡¡Responde!! — le grito.

— Si. Y todavía está en mis planes y tú no me vas a detener, así que quítate, estorbas. — dijo y se acercó a mí y a Red, ví su intención de empujarme para agarrar la muñeca de Red. No iba a dejar que sucediera.

Así que lo agarre poniendo la daga en su cuello acorralandolo en la otra pared.

— Atrévete a tocarla una vez más y no dudaré en dejarte sin cabeza. — dije, en mi tono de voz había mucha rabia. Quería matarlo.

— No te atreverías. — me dijo sonriendo.

— ¿A no? — dije mientras le sonreía burlonamente y clavaba más la daga en su cuello haciendolo sangrar.

Pude ver cómo se puso pálido. Haciendo que mi sonrisa se vuelva más grande.

— ¿Qué decías? — le pregunté, no respondió. — Sabes mi plan original es dejarte sin ojos y contarte las manos. Así que espero que no te vuelvas a acercar a Red jamás. ¿Entendiste?

— Vete a la mierda. — fue lo que dijo apreté más la daga a su cuello.

— Por esa chica dejaría que el mundo arda y con mucho gusto lo encendería yo misma. No tengo miedo de torturarte ahora, pero necesito sacar a Red de aquí. Así que te daré una advertencia y espero que las sigas al pie de la letra. No te quiero volver a ver cerca de Red, ni siquiera en el mismo lugar y si es posible tampoco en el mismo planeta. Mantente alejado de ella o te quedarás sin ojos. ¿Entendido? — sonreí con la última frase.

— S-sí. — dijo el murmurando.

— Vete. — dije y lo solté, pero antes le di un rodillazo en su parte, espero haberlo dejado estéril. Después ví como bajo corriendo las escaleras aguantandose el dolor y lo ví salir por la puerta principal. Sin más corrí hacia Red quien estaba sentada en el piso con las rodillas pegadas a su pecho.

— Red, mi amor, ¿Estás bien? — le pregunté mientras agarraba su cara para que me mirara.

— Bluey... Bluey perdóname y-yo no que-quería de v-verdad, pero ese tipo m-me tomo y me b-beso, yo no quería. — dijo aferrándose a mi mientras su voz era entrecortada y tartamudeaba.

— No te preocupes rojita se que no querías, mi amor no te culpes ¿Sí? Solo el tiene la culpa. — dije limpiando las lágrimas de sus mejillas. — Vamos a casa. — dije para ayudarla a que se levantará del suelo.

La ayude a bajar las escaleras y nos fuimos de ahí. Llegamos a nuestra casa y fuimos a la habitación. Red se sentó en la cama callada. Muy callada.

— ¿Red, Estás bien? — pregunté sentándome frente a ella.

— Eh... Sí, lo siento, solo pensaba. — dijo mirando sus manos.

— Mi amor, tu no tienes la culpa de nada ¿Sí? Y ahora estás bien, estás a salvó, te tengo. Te mantendré a salvó. — le dije mientras la abrazaba y ella me abrazaba igual de fuerte.

— Gracias Chloe... Te amo. — dijo susurrado en mi oído.

— Yo también te amo Red. — dije y ella se separó levemente de mí para mirarme.

— Entonces... ¿Encenderías el mundo por mí? — me preguntó con una sonrisa ladina y una ceja levantada. Ahí estaba mi Red.

— Y hasta más, princesa. Por ti separaría los mares, mataría al que sea capaz de faltarte el respeto. Por ti estoy dispuesta a que mis manos sangren... Mi querida rosa. Muéstrame tus espinas y no dudaré en sangrar por ti. Eres mi luna, mi todo. — dije para después besarla con necesidad.

Lo cual ella correspondió de la misma manera. Nuestros labios encajaban perfectamente con los de la otra, como un rompecabezas, mordisqueaba los labios de Red haciendo que soltará leves jadeos. Nuestras lenguas se encontraron y empezaron una danza dentro de nuestras bocas, tuvimos que separamos por falta de aire. Y todavía había un hilo de saliva que nos unía.

— Tú también eres mi todo, mi sol y mis estrellas. Te amo Chloe Charming. — dijo sonriendome.

— Yo más. — dije para después sentarme en su regazo empezando a besarla, ella tenía sus manos en mis caderas mientras las apretaba.

Deje su boca para bajar por su mandíbula hasta su cuello. Mordía y chupaba. Y me deleitaba con los gemidos de mi novia.

La acosté yo quedando sobre ella, para seguir besandola.

Bueno ya se imaginarán que sucedió después...

Por esa chica sin duda haría el mundo arder.











•••

Realmente este fue uno que me gustó muy poco, pero lo publique porque ya lo tenía echo. ^^

Espero les guste. :D

One-shot's | G & KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora