Obsession || WinRina G!P

02 [EDIT]

—Esto fue increíble, gracias, Jimin.

Jimin miró las manos de Jaehyun tocar las suyas con suavidad. Sintió su estómago revolverse y no de buena forma, a pesar de eso, se limitó a sonreír.

Abrió lentamente la puerta de su casa, Haewon no parecía estar por allí, probablemente estaba jugando en su habitación. Se dio la vuelta para terminar de despedir a Jaehyun de su casa, pero un suave tacto de labios se sintió en su mejilla.

—Entonces nos vemos mañana, ten linda noche.

Todavía aturdida por el afecto innecesario, agitó lentamente su mano mientras el mayor se iba de su casa. Esperó que se fuera y su sonrisa forzada se transformó en una mueca de disgusto mientras alzaba la manga de su camisa para limpiarse la mejilla.

Chasqueó la lengua y cuando iba a entrar a su casa vio a su pequeña con los brazos cruzados y un lindo puchero. Alzó torpemente el pastelito dentro de la bolsa de papel que tenía en su mano antes de encararla.

—Te traje un cupcake.

Cerró la puerta y vio a Haewon todavía enojada. Entonces la duda del por qué se resolvió.

—No me gusta.

—¿En serio vas a rechazar un pastelito?

—Te lo dio él.

Jimin torció los ojos. Por supuesto que su hija lo notó.

—Sigue siendo un pastelito.

Haewon volvió a negarse y simplemente se regresó a su habitación. Jimin soltó un bufido y dejó la bolsita sobre la barra de la cocina, se lo tendría que comer ella, otra vez.

¿En serio por qué quería intentarlo?

Le dio una mordida al cupcake e hizo una mueca. Lo escupió en el basurero, era demasiado dulce para ella.

No le gustaban las cosas dulces.

...

Después de la cena, llevó a Haewon a su dormitorio hasta que se durmió. Cerró el libro en sus manos y miró en silencio a su hija abrazar ese viejo abrigo, le dio un beso en su frente y salió de su habitación.

Se quedó en el pasillo y como algo rutinario se dirigió a su habitación a leer de nuevo esa estúpida carta, tocó suavemente su mano y un escalofríos recorrió su cuerpo al recordar las manos de ese chico sobre las suyas. No le gustaba, pero debía intentarlo o su vida seguiría atada al dedo de Winter.

Tomó ese viejo papel, mientras leía y como siempre, sintió su aliento atascarse en su garganta, algo que sucede cada vez que llega a los últimos párrafos. Kim MinJeong no es alguien romántico como las series tontas de romcom, no, ella es más al estilo sociopata de Jason Dean.
Cree que recitar las cosas más retorcidas que haría por su amor, es romántico, y no, pero al menos no hace cosas tan extremas como un verdadero psicópata.

Siente sus ojos cansados, repitiendo una y otra vez esas palabras escritas con letra pulcra, porque sí, MinJeong mejoró mucho en caligrafía, y solo para escribir cosas tan desagradables. Pero Jimin piensa que ese lado horrible de Minjeong, en realidad, es atractivo.
Un tipo diferente de amor y devoción, algo retorcido, podría ser obsesión, no lo sabe. Pero eso la tiene allí cada noche, añorando secretamente el toque rasposo y duro de las manos de Minjeong sobre las suyas, agarrando fuerte sus muñecas mientras la mira con una idolatría como si fuera su Dios, y sabe que pensar eso no está bien, probablemente es un pecado, pero algo en ser deseada de esa forma le fascina. Quiere ser el Dios de Minjeong, así como Minjeong es ese dulce pecado que desea cometer una y otra vez hasta que admita que es un problema o que está obsesionada con ella.