Isabella había llegado a la madrugada a mi puerta llamando desesperada, apenas la abrí pude ver sus lágrimas, su camisón estaba manchado de sangre y trague grueso, ella había perdido por completo su virginidad, si bien habíamos intimado, ella necesitaba de un hombre para romper su preciada inocencia, la acerque a mi en un abrazo y ella se derrumbó llorando, no quería imaginar lo que ese hombre había hecho con ella, como la había tocado y lastimado.- Mátalo, por favor, acaba con el esta noche, no quiero verlo más, ya no me importa si cargo un heredero, ya no me importa gobernar, solo te quiero a ti.-
Si llanto era desgarrador, la tomé en mis brazos estilo nupcial y la lleve a la tina, me encargue de sacar cada mancha y marca de su delgado cuerpo, ella emitía murmullos, estaba desesperada, y podía ver como también sentir su agonía, ese hombre no saldría vivo de esta.
- ¿Cómo deseas que lo haga?.-
- El abuso de mi, el me tocó con sus asquerosas manos, le dije que no quería, pero me dejó inconsciente, el me golpeó en la cabeza y lo hizo Emma, mátalo.-
Las lágrimas abundantes en sus mejillas las limpie y decidí dejarla descansar conmigo, su pequeño y frágil cuerpo se aferró a mi en un abrazo y poco a poco ella se fundió en un sueño. La arrope en la cama y bese su frente.
Camine de forma rápida a la habitación de mi hermano, toque la puerta y el me abrió, su mirada escarlata me recorrió y una mueca se formó en su rostro. El lo supo al instante.
- ¿Ya es hora?.- Su voz sonó apagada y yo asentí.
- Lo mataré esta noche, le hizo daño a Isabella, tú debes irte hermano, ya empiezan a sospechar, tus ojos cada vez son más rojos, y el no salir al sol te hace más sospechoso.-
- Aveces me castigo a mi mismo por esto, pero me da alegría que tú seas una híbrida, tu lado dragón te hace humana también, no brillas, tienes calor humano, y tu corazón sigue latiendo.- El me abrazo y yo le regrese el abrazo.
- Seas quien seas, seas como seas, eres mi hermano y siempre será así, te protegeré de todo, pero es necesario que te vayas, recluta más vampiros, busquemos un hogar, yo pronto te seguiré, quiero convertir a Isabella y tenerla siempre a mi lado.-
- Aún no entiendo porque haces todo esto por ella, no es tu compañera, no está destinada a ti.-
- Pero aún así la amo Caius, amo todo de ella, no sé qué sería de mi si la pierdo para siempre.-
- ¿Y qué pasará cuando llegue tu verdadera compañera? Isabella solo es tu tua cantante, su sangre es la que te atrae, no confundas amor con obsesión hermana.-
- La desición ya está tomada, Isabella estará para siempre a mi lado.-
Salí del cuarto no sin antes despedirme de mi hermano, no sabía cuándo lo vería, pero lo haría, en algún año, en algún siglo, quizás en unos meses, mi dragón estaba ansioso, el no quería que hiciera esto, pero ya no había vuelta atrás. Me había resignado a dejar de buscar a mi compañera, sabía que tenía un alma gemela, pero eso había quedado en un "sabía" me había cansado de buscarla. Ya nada servía cuando había decidido involucrarme con Isabella Black.
Mi caminar era firme, todos dormían en el castillo, despite a los guardias y suspiré, era mejor así, no quería levantar sospechas usando mi don, ninguno de los dos que tenía.
Me encamine a la habitación de el maldito que había osado abusar de mi reina, abrí la puerta y lo vi, el estaba fornicando con una prostituta, está se alarmó y se intentó tapar, sonreí y luego gire los ojos.
- De nada sirve que te tapes, medio pueblo te ha visto desnuda.-
Ella no hizo caso y Carlos me miró con odio, se puso de pie, y me aguante la ganas de vomitar, el físico de este hombre era horrendo, peludo, gordo y un pequeño miembro colgando, no sabía cómo no se daba cuenta que los gemidos de esta prostituta eran falsos, incluso hasta creo que le haga cosquillas con esa cosa.
- Y llegó la otra puta ¿Quieres que haga mujer igual como lo hice con mi esposa?.-
El sonrió sinico y con burla, mordí mis labios y solté una carcajada, este cabron no sabía cuánto gozaría de asesinarlo, tener su corazón aún latiendo en mis manos sería la gloria.
- Oh, no me hagas reír, yo la hice más mujer que tú, sin necesidad de noquearla para abusar de ella maldito bastardo .-
- Sea como sea lo volveré a hacer.-
Eso fue suficiente para correr a velocidad vampírica y meter mi mano en su pecho, el me miró agonizante y antes de que la puta gritara use mi don, la cegue por completo impidiendo que se moviera o gritara, todos sus sentidos estaban anulados, todo esto mientras ella veía lo que yo quería que viera, una visión de ella misma quemando a Carlos, esto me serviría como coartada, ella admitiría que lo quemó.
Carlos aginizo tratando de gritar pero yo solo sonreí, con mi otra mano lo encerré en un círculo de fuego antes de quitar su corazón, este aún latía, el me miraba, en los pocos segundos de vida se vio a el mismo quemándose vivo.
Lamí el corazón y lo mordí, sabía asqueroso, pero mi dragón lo pedía, a comparación de otros corazones este fue el único que no disfrute.
Limpie mis manos y solté un suspiro, nadie tocaba a Isabella, nadie podía siquiera pensar en dañarla, estaba claro que no estábamos destinadas, pero si quería forzar el destino lo haría, ella no podía sufrir.
Salí de aquella habitacion no sin antes soltar a la puta, ella comenzó a gritar al ver toda la habitación con fuego y yo corrí rápido hasta mi habitación, era cuestión de segundos que los guardias llegarán y vieran a su Rey consumido por las llamas.
- Ahora podremos ser felices.-
La voz de Isabella me envolvió y yo la recibí con un abrazo, ella recostó su cabeza en mi hombro y asentí a sus palabras, ahora podíamos ser felices.
- Pero no quiero a este monstruo en mi vientre.-
Pude ver sus ojos y ellos estaban oscuros, no había gris, no había ese color que tanto amaba, estaba sedienta de venganza, no era mi adorable Isabella, pero la entendía, este bebé era fruto de una violación, un que se le pidiera un heredero estaba segura que ella haría de todo para no tenerlo. Nunca había visto esa decisión en sus ojos.
- ¿Quieres seguir reinando?.-
- Solo quiero escapar contigo, conviértete, hazlo y viviremos eternamente juntas.-
Por alguna razón aquello no me agradó, ver el deseo en sus ojos, el deseo de ser alguien inmortal me hizo dudar de sus sentimientos, el como primero estaba decidida a tener ese bebé y luego ya no, el como me pidió que matará a Carlos para después pedirme convertirla, no había sido la primera pues a mi hermano también había recurrido constante mente, no solo pidiéndole sino también provocándolo con su sangre.
Sabía que Isabella era una bruja también sabía que la manipulación era parte de ellas, pero en estos momentos no sabía si era su lado bruja que la estaba consumiendo o era en verdad de ella.
Aclaraciones:
El don vampírico de Emma es el control mental através de visiones.
Ella puede cegar a la persona prohibiendo que escuche, hable o sienta, como Emma lo quiera, cuando la víctima queda cegada ella puede crear visiones para que esa persona las vea (es similar a de zafrina, pero con la diferencia de que Emma puede hacerlo en varias personas junto a manipular su mente, como lo hizo con la prostituta, Emma decide que hará su víctima, incluso puede hacer uso de su don para que su víctima en la visión se suicide y así lo hará y no podrá hablar o sentir mientras está cegada)
Su segundo don es gracias a su lado híbrido de dragón.
Este es controlar el fuego, puede hacer campos de fuerza con fuego, un círculo protector e incluso incendiar a la persona por dentro.
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Luna eterna. | Bella Swan.
FantasiaEmma Vulturi es la cabeza de la realeza vampírica, la hermana de Caius, la joya de aquel castillo. Su tranquilidad se ve opacada cuando conoce a Isabella Swan, una humana un tanto peculiar que resulta ser su compañera e impronta.