FLASHBACK IV

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En la vasta inmensidad del Grand Line, el Oro Jackson surcaba las olas con la fuerza y el poder de una leyenda en formación. La tripulación de Gol D. Roger, formada por los piratas más temibles y valientes de los mares, vivía aventuras que los pondrían en la historia. Sin embargo, en medio de esa grandeza, se ocultaba un oscuro secreto, uno que latía en el pecho de un joven pirata de cabellos rojos.

Shanks, con su usual sonrisa juguetona, observaba al otro lado de la cubierta en el borde del barco a Buggy, que refunfuñaba con un pedazo de papel en sus manos, aquella escena era tan banal y poco relevante como para perder el tiempo prestándole atención pero para Shanks, observarlo, se había vuelto lo mas entretenido que podía hacer, el pequeño peliazul tenia algo que lo atraía de una manera que nunca antes había experimentado. Esa explosividad, esa torpeza, esas ganas desesperado por destacar... todo de ese chico lo consumía, y lo que más lo perturbaba era que no podía dejar de pensar en él, tanto así que empezaba a experimentar ciertos deseos para nada puros, deseos que lo hacían actuar mucha veces de manera deshonesta, justo como ahora.

-¿Qué haces, Buggy?- preguntó Shanks con su voz suave, casi como un susurro.

-¡Ah, Shanks! ¡No me asustes así, maldita sea!- Buggy le lanzó una mirada de enojo, nunca había entendido cómo Shanks podía aparecer y desaparecer sin hacer ruido - Estoy ocupado, así que déjame en paz- Shanks se acercó más, ignorando la advertencia, dejando que su sombra cubriera a Buggy.

-¿No estas aburrido? -Pregunto el pelirrojo para sonar mas intrigante pero Buggy no pareció inmutarse, así que prefirió ir directo al punto - Tengo una idea para un pequeño juego- Buggy quien estaba sentado en el suelo, levantó la vista, entrecerrando los ojos con desconfianza.

-No caeré de nuevo en tus engaños, siempre me engañas para que yo termine haciendo las cosas que tu quieres-

El pelirrojo se acercó lentamente, como un depredador acechando a su presa, aunque su apariencia seguía viéndose igual de amigable que siempre.

-No es nada serio, solo algo para matar el tiempo ¿Qué te parece un desafío? Si ganas, esta vez seré yo quien te de algo que siempre has querido-

Buggy alzó una ceja, intrigado -Y qué es eso?

Shanks sonrió y sacó de su bolsillo una pequeña caja de madera, finamente tallada con motivos marinos. La abrió lentamente, revelando en su interior un anillo dorado, adornado con una piedra azul que brillaba cuando recibía a luz del sol. Buggy lo reconoció de inmediato; era el anillo que había estado buscando durante semanas, uno que supuestamente perteneció a un antiguo rey.

-¡Eso es mío! -exclamó Buggy, levantándose del piso y dando un paso hacia adelante, para tratar de arrebatárselo pero Shanks cerró la caja antes de que pudiera tocarla

-Nada de tuyo, yo lo encontré primero así que es mío, pero podría ser tuyo, solo si eres lo suficientemente hábil como para ganarme en este desafío -Buggy se detuvo en seco con su orgullo siendo tentado, quería mandar al diablo a Shanks y pedirle que no robara sus cosas, ese anillo era suyo, el había descubierto el mapa, el anduvo todo ese largo trayecto para obtenerlo y cuando por fin llego descubrió que el tesoro ya había sido saqueado y ahora sabia que había sido Shanks.

-Estoy esperando...

Buggy no quería caer en ese juego, pero a la vez tenia la suficiente confianza de que podría ganarle ¿Qué tan difícil seria? además ese anillo era hermoso y ya quería tenerlo adornando su mano -Esta bien ¿Cuál es el desafío?-

Shanks adoptó una expresión pensativa, como si estuviera improvisando en el momento, aunque en realidad, lo había planeado meticulosamente - Un juego simple, ambos tomaremos una moneda si consigues que tu moneda aterrice de pie, el anillo es tuyo. Si fallas, entonces...-Buggy frunció el ceño.

DUALIDIDAD      ***Shanks x Buggy****Donde viven las historias. Descúbrelo ahora