𝐔𝐧 𝐛𝐞𝐥𝐥𝐨 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 // 𝙲𝚑𝚎𝚜𝚝𝚊𝚙𝚙𝚎𝚗

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—¿Te irás sin decirme nada?— Por más que quisiera hacer eso, era su padre. Con algo de nerviosismo se dio la vuelta y se acercó para darle un firme apretón de manos rogando a que solo le regañara por alguna tontería para dejarle marchar. —Eso es, vamos progresando.

—Hace días que no te veía.— Destacó sin mucha importancia, ya que para Max era normal ser regañado y perder el contacto con su padre por un tiempo, dándole oportunidad para "pensar en lo que había hecho mal" y pedirle disculpas a su padre cuando le volviera a ver. 

—Estuve hablando con algunos de tus patrocinadores.— Sonrió seguro hacia su hijo mientras le miraba con atención notando que ya no eran visibles los golpes que le dió hace un tiempo. —Están alegres de tus resultados.

—Gracias, supongo.— Fingió mirar el reloj con asombro intentando marcharse lo más pronto posible. —Ya es algo tarde, debo prepararme para la parada de pilotos. 

—Tienes permiso de faltar.— Mostró su telefono con la conversación anterior que Jos tuvo con Horner, explicando que al toparse a Max, este se veía algo indispuesto y se negaba a presentarse así, cosa que era mentira pero veía innecesario pelear por eso con su padre. —Quiero hablar contigo a solas un momento.

—Bien, ¿Podría ser algo rápido?— Eso no le agradó a el mayor, pero asintió con una sonrisa falsa.

Prestando más atención, era obvio que su padre no quería hacer una escena en el garaje, ya que su forma de hablar no era la habitual, lo más probable es que quería volver a ganarse la confianza de un atento Horner que prefirió no presentarse a las entrevistas pre carrera para estar al pendiente de uno de sus pilotos. 

—He estado viendo tus carreras.— Posó una de sus manos en el hombro de su hijo, ejerciendo algo de presión la cual comenzaba a lastimar al menor.— Hamilton te va ganando.

—Creo que estoy enterado de eso papá.— Destacó lo obvio, mientras movía un poco el hombro intentando que su padre le soltara, pero no parecía afectar en lo más mínimo. —El equipo se esfuerza al igual que yo.

—Ninguno se esfuerza lo suficiente.— Apretó con más fuerza, causando que el alfa soltara un quejido lastimero. —Comenzando por el hecho de que el estúpido mexicano sigue aquí. —Se escuchó un gruñido bajo proveniente de Max.

—Sergio no tiene nada que ver.— Ahora el menor tomó el brazo de su padre ejerciendo presión en esta. — El esta en su lado del garaje y yo en el mío. 

—Más te vale.— A este punto estaban en un duelo por bien quien se rendía primero ante el dolor que ambos se infligían , pero era claro que Max era quien llevaba más tiempo sufriendo. —No quiero ver ninguna interacción entre ustedes dos. 

—Yo puedo hablar con quien yo quiera padre.— No sabía de donde tomaba el coraje para responderle así a su padre, pero ya había comenzado algo que no podría detener sin alguna consecuencia. — Soy un adulto que sabe tomar decisiones.— Recibió más presión en el agarre de su padre.

—¿Cómo tu decisión de hacerte amigo de Daniel y que te abandonara para seguir sus sueños en otro equipo?

—Daniel estaba en todo su derecho de irse y yo no podía hacer nada.— El volumen de la voz de Max se elevó un poco, generando algo de miradas atentas de los mecánicos que caminaban por ahí. — Se llama ser respetuoso padre.

—Vamos Max, eres un niño.— Ambos comenzaban a alzar su voz, acción que no pasó desapercibida por el jefe Christian Horner el cual prestaba atención completa a aquel espacio. —No sabes nada sobre como es la vida, aceptas cualquier muestra de afecto sin medir las consecuencias. —El brazo de Jos fue jalado por el menor de manera brusca y molesto.