Trás Sakhir 2020, Sergio Pérez consigue un asiento con RedBull para 2021.
Pero se encontrará con varios problemas para permanecer en su escudería, su compañero que parece odiarle y el ocultar su casta ante todos.
El alfa se encontraba en un supermercado cercano al hotel, desde que despertó se dedicó a preparar las cosas que le regalaría al tapatío. Se quejaba de no conocer por completo a este y no saber que darle, terminando en mayormente comida, algunos dulces mexicanos etiquetados y un chocolate que recuerda que siempre que el mayor abre su casillero hace presencia.
Pagó todos los objetos y se dirigió a la próxima tienda, donde compraría alguna caja donde pondría todos las cosas, finalmente pasó a recoger una comida en un restaurante, la cual le llevaría para desayunar a su compañero.
Mientras conducía fue interrumpido por una llamada entrando la cual contestó sin detenerse.
-Max,¿Estás ocupado?- La voz de Christian se escuchó del otro lado del teléfono.
-Si.- Fue cortante, ya tenía todo planeado para pasar el día de hoy hablando con su compañero y no quería desperdiciar está oportunidad de finalmente hacerse amigos. -Sea lo que sea no puedo ir.-
-Max es importante solo u-.-
-Que no.- Su voz de alfa salió a relucir, aunque por llamada no podía causar ningún efecto daba a entender que no quería ser perturbado en este día.
-Esta bien.- Sin despedirse el neerlandés cortó la llamada, se tranquilizó y siguió en su misión de llegar al hotel.
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El mexicano se encontraba sentado viendo la televisión desinteresado, en realidad estaba más como ruido de fondo, ya que sus pensamientos estaban más centrados en la tarde de ayer y en como al fin comenzaba a tener una mejor relación con Max, con ese alfa tan testarudo que parecía desde que se conocieron, ayer actuó tan diferente, tan atento con el.
El timbre sonó y se mostró confundido, no había pedido servicio a la habitación o algo por el estilo y desconocía el motivo. -Maxie!- Su Omega que poco a poco volvía a hacer presencia se removió inquieto cuando Sergio se encontraba frente a la puerta, al abrirla notó que las sospechas de su lobo eran correctas.
Frente a la puerta se encontraba un buen vestido Max Verstappen, con una caja mediana en manos y una sonrisa algo nerviosa que acompañaba un sonrojo el cual le compartió al mayor.
—Buenos días, es para ti.- Estiró sus manos entregándole la caja a su compañero.—Lamento venir sin avisar, quería ver cómo estabas.- El pecoso sonrió e invitó a pasar al alfa el cual se posicionó otra vez en donde tuvieron su amena charla el día anterior.—¿Y cómo te sientes?—
—Mucho mejor sinceramente, gracias por tu compañía.— Las mejillas se tornaron carmesí en fracción de segundos, río de forma nerviosa cambiando cada segundo el punto a dónde mirar. —Me alegra que seas más amable.—
—¿Gracias?— Ante la confusión del menor, Sergio soltó una risa animada la cual le agradó al menor, le encantaba ver la mejora de las emociones de su compañero.—Tu ya te sientes mejor supongo.—