—¡Jonathan! ¡Arriba! ¡Flojo leproso!
La voz de Loth resonaba afuera del cuarto como un eco en una cueva, bien la cuervo era ruidosa, pero en ese momento era escandalosamente insoportable.
—¡Arriba! ¡Flojonazo! ¡Es el fin del mundo!
—Ya cállate —exclamó mientras abría la ventana y la dejaba pasar.
—Tengo noticias de tu abuelo.
—¿Qué era todo ese ruido? —se despertó Sheron.
—Nada importante, solo una urraca en agonía.
—Urraca tu madre. Oye, ¿qué pasó con el enano? —interrumpía el ave—. ¿Ya se lo comieron los tritones?
—No, pero ya no va a volver —después los presentó—. Él es Sheron, ella es Loth.
—Al fin se hablan, interesante y aburrido.
—Que grosera —se sorprendió el elfo.
—Es peor, créeme —advirtió Jonathan, y volvió con si amiga emplumada—. ¿Qué pasó?
—No van a estar en estas fechas. Pedotaras de tu madre...
—Peroratas, Loth.
—¿Por qué la corriges?
—Tiene problemas a la hora de transmitir mensajes, sobre todo en palabras que no pronuncia correctamente, y a veces suele dar otras ideas que no tienen nada que ver.
—¿Entrenaste a un cuervo para que hablara? Creía que solo algunos animales podían hacer eso.
—No es precisamente un cuervo puro, es una mula de gárgola viva.
—¿Cómo es eso?
—Su madre es una cuervo real, su padre, una gárgola de marfil, de esas que pueden parecer simples estatuas pero de alguna forma pueden arrancarte un brazo y comérselo.
—¿O sea...?
—Su nacimiento no es tema que nos agrade. Pero por ello es blanca, habla, y resiste algunos hechizos, sin embargo, sus plumas son de verdad y tiene órganos y necesidades vitales, por lo tanto aún puede morir.
—Ah, ya. ¿Y dices que las gárgolas también son de correo?
—Sí. Mi abuelo entrena algunas como mensajeras porque resisten ataques mágicos.
—Eso suena genial. ¿Y por qué ella es así? Le hubieran cortado la lengua solo por ponerse así de orgullosa.
—El mayor error de mi abuelo fue enseñarle a hablar, y para colmo también es mi mayor arrepentimiento darle rienda suelta a que se exprese. Así que por ello es de uso personal; pensó que ella sería su creación más bella, pero para infortunio nuestro, logró aprenderse mejor los insultos que los modales.
—Oh, eso es malo.
—¡Sigo siendo bella, zopenco! —chillaba Loth buscando atención—. Volviendo al asunto, el viejo dijo que este año no podrá verte, algo hizo la loca de tu madre. No tengo pruebas contentes...
— Contundentes, Loth.
—Sí, eso. Estaba muy cabreado, tanto como el día que repetí el insulto de tu tío, pero tu madre lo hizo enojar, no sé por qué, y también dijo que estarías solo este año.
Jonathan suspiró.
—Entonces...
—Este año solo seremos nosotros dos. Le lavaron el cerebro. Cucú, cucú.
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Moon Nymph
FantasyJonathan es un chico que busca una vida normal, pronto iniciará la escuela en un internado y quiere ser el orgullo de su familia, o al menos eso tenía en mente desde su infancia. Asistir a una escuela llena de hadas, elfos y magos no le asusta para...