|| Six.

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Dedicado a asher_guns y a shunsumiau

ash tkm
shun gracias por la inspiración vixen

doble capítulo vvs 💃💃

La molesta picazón que el cuello de su traje le provocaba lo estaba volviendo loco, junto con el insoportable calor que estaba sintiendo

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La molesta picazón que el cuello de su traje le provocaba lo estaba volviendo loco, junto con el insoportable calor que estaba sintiendo. El fuerte Merópide tiende a tener temperaturas bajas y él estaba sudando como si estuviese en el ardiente desierto de Sumeru.

Neuvillette sentía que había perdido toda su dignidad como persona. Al menos, su preciado Duque parecía estar muy distraído como para notar cómo se retorcía de vergüenza. Su mente no dejaba de recordarle una y otra vez cómo había hecho el ridículo durante todo el trayecto a la gran biblioteca privada del Fuerte, diciendo estupideces sin sentido y tropezando con nada.

Y no podía decir que no era su culpa, porque definitivamente lo era. Era culpa suya ser tan mirón y lujurioso, y ahora estaba lidiando con dos pollas erectas a punto de romper su pantalón en el lugar menos indicado posible, encerrado con la persona menos indicada posible. Sólo le faltaba ser visto por la enfermera jefa.

Al menos podía disimular. Agarraba su bastón firmemente justo enfrente del bulto que tenía ahí abajo y no se atrevía a moverlo en lo absoluto. Hasta ahora nadie le había dicho nada y planeaba seguir con su tenso agarre hasta encontrarse completamente solo o hasta conseguir algo útil para largarse de ahí de una vez.

Trataba de rebuscar en las repisas algún título que coincidiera con lo que necesitaba, escuchando los murmullos vagos del Duque al otro lado del pasillo, pero era absurdamente difícil prestar la más mínima atención. Cada sensación, movimiento, vibración, podía sentirla perfectamente. Sus rinóforos estaban demasiado sensibles para su gusto y juraba que estaba a punto de derretirse en su lugar.

- Monsieur, he encontrado algo que creo que le servirá...

Oh, Teyvat. Neuvillette se estremeció de tan solo escucharlo y sus pollas palpitaron. Frunció el ceño, adolorido y harto de tener que usar esa ajustada y pomposa ropa. Se tragó un gruñido a fuerzas pasándose una mano por la cara para calmarse. Dio un par de pasos rápidos antes de volver a detenerse y tragarse otro gruñido para volver a avanzar más lento.

Realmente se estaba molestando consigo mismo.

Wriothesley apenas le puso un ojo encima y notó lo colorado y sudado que estaba. - Oh, por... ¿se encuentra b-

- Estoy bien.

Incluso él se sorprendió al escuchar su propia voz ridículamente grave. Carraspeó un poco antes de mirar a Wriothesley con incluso más vergüenza que antes y si pudiera se hubiese sonrojado más.

- Mis disculpas. Yo.. eh... insisto. Estoy bien.

- No lo creo. Ha estado actuando extraño desde la última vez que nos vimos en la ópera.

| 𝘓𝘪𝘦𝘯, 𝘴𝘦𝘹𝘦 𝘦𝘵 𝘴𝘶𝘦𝘶𝘳 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora