Neuvillette cerró el libro y lo arrojó con desdén lejos de su vista. Se iba a quedar calvo del estrés, pero al menos había aclarado su mente. Su mayor sospecha había sido confirmada y no sabía qué demonios se supone que debía pensar al respecto.
Estaba en su punto. Su época más fértil... estaba en celo.
Denominada "rutina" para los machos, según aquel libro. Neuvillette recordaba vagamente sus años de juventud, como un dragón pleno criado por melusinas, ajeno a lo que hoy reconocía como su supuesto reino. Había escuchado muy por encima sobre una época en la que su líbido aumentaría, pero nunca se molestó en profundizar al respecto; después de todo, las melusinas eran criaturas asexuales y dedujo erróneamente que él también lo era. Obvio, no lo era, y no sabía a quién culpar por su tardía reacción biológica.
Pero no tenía caso preocuparse por los misteriosos orígenes de su mal funcionamiento orgánico y su muy, muy atrasada temporada de calor. Lo importante ahora era lidiar con lo jodidamente cachondo e irracional que se pondría en los próximos días si no encontraba algún supresor o lo que sea que pueda ayudarlo a comportarse como una persona normal.
Tenía pocas opciones y en realidad ninguna le gustaba. No quería revelar su vergonzoso estado físico a ningún médico y mucho menos se sentía agradado por la idea de visitar esos famosos burdeles de los rincones más curiosos de Fontaine. Y pensar en rebajarse a buscar consuelo con esos aclamados juguetes sexuales le daba náuseas, ya tenía suficiente con usar su mano y su imaginación.
Sobretodo, no quería involucrar al Duque más de lo que ya estaba.
Tal vez debería abusar un poco de su título como ludex y tomarse unas pequeñas vacaciones.
- Es semen.
Wriothesley no sabía que decir o pensar, ni siquiera que cara poner. Sigewinne tomó con un isopo una muestra y la guardó en una pequeña bolsita. Se volteó a ver al confundido Duque y sonrió.
- ¿Monsieur Neuvillette estuvo aquí, decías?
Un pequeño asentimiento le bastó a la enfermera jefa que salió dando brinquitos del baño. Wriothesley se quedó quieto en su lugar viendo aquella pequeña mancha blanca y viscosa en el piso de su baño.
Desde que el Juez se había retirado, no se molestó en revisar el baño, así que no tenía ni la más mínima idea de que "eso" estaba ahí. Por lo que no entendía cómo demonios Sigewinne se dió cuenta de que algo andaba mal cuando ella tampoco entró al baño desde un inicio.
Una mueca que variaba entre la confusión y el asco adornó su rostro y salió de ahí, tenso. ¿Por qué habría semen del Presidente del Tribunal Supremo en su baño? No entendía, y aunque tampoco quisiera entender, las ideas que se imaginaba no le gustaban para nada.
- Sigewinne... - Llamó suavemente, casi susurrando, sentía que no debería estar sobrepensando al respecto. - ¿Puedo preguntar cómo...?
- ¿Cómo me di cuenta? - A diferencia de él, la pequeña enfermera tenía un aura radiante y esbozante de entusiasmo. - Tú no puedes sentir nada, pero ese baño está plagado de feromonas.
Wriothesley volteó a ver de reojo la puerta del baño. Tragó duro, no queriendo seguir preguntando pero con la duda carcomiéndole las entrañas. - ¿Por qué..?
- Se masturbó. ¿Que no es obvio?
Casi le dieron arcadas. Fingió una tos y se cruzó de brazos, notablemente incómodo y asqueado. Sigewinne lo notó y su pequeña sonrisa desapareció en un instante.
- Esto...
- ¿Quieres que hable con él? No le diré que te diste cuenta si no quieres pero pareces bastante disgustado con este asunto.
Wriothesley vaciló. ¿Eso no contaba como acoso sexual? - Creo que yo puedo manejar esto.
Sigewinne no le creyó nadota. - De acuerdo. Sabes que en cualquier momento puedes acudir a mi.
Su vocecita llena de preocupación y amabilidad lo tranquilizó. La pequeña enfermera salió de la oficina y Wriothesley quedó solo de nuevo. Algo en su estómago se removió.
La mera idea de pensar en Neuvillette, tocándose en su propio baño... ¿entonces los quejidos que escuchó en realidad eran gemidos de placer? Wriothesley juraba que sonaba agonizante. ¿Estaba tan rojo y sudado porque quería masturbarse? Sonaba a que todas las veces que lo encontró rojo y sudado era porque quería masturbarse. Vaya, nunca imaginó que el Juez Supremo era tan activo.
Entonces Wriothesley recordó lo embobado que parecía Neuvillette cuando lo vió sin camisa. ¿Se excitó por eso? Por alguna razón eso resonó una y otra vez en su mente. ¿De verdad se excitó porque lo vió sin camisa? Ya sabía que tenía un buen físico y muchas personas se lo hacían saber a diario, pero no creía que era para tanto. Además estaba sucio y sudado, eso debería ser asqueroso para cualquiera.
No creía poder mirar a los ojos a Neuvillette la próxima vez que se reúnan. Ni siquiera se creía capaz de poner hablar con él o incluso estar en la misma habitación que él. Era raro. ¿Lo de la ópera también fue por su pecho? Wriothesley hizo otra mueca de disgusto para sí mismo. No quería seguir pensando al respecto.
Definitivamente empezaría a abrocharse bien la camisa antes de hablar con Neuvillette.
el blokeo del escritor se lo coge bien duro a uno, me dejó c9n el culo destrozado por 2 meses no sé ustedes, pero cumplí mi fakin promesa de doble actualización así k merezco un premio (50 votos y comentarios alaverga)
después de este capítulo empezaré a hacer revisiones a la historia para corregir algunas inconsistencias en la trama y distintos huecos que nadie notó pero que a mi me tienen loco, asi q si de casualidad se ponen a releer probablemente vean que los capítulos están modificados
algún día Wriothesley se aparecerá en mi cuarto y me hará el amor y todos mis problemas se resolverán
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| 𝘓𝘪𝘦𝘯, 𝘴𝘦𝘹𝘦 𝘦𝘵 𝘴𝘶𝘦𝘶𝘳 |
FanfictionNeuvithesley || Smut || Genshin Impact [Advertencias antes de leer!] - Los primeros capítulos no son muy explícitos, esto va cambiando conforme avanza la historia. - Es mi primer fanfic relacionado a este videojuego, disculpen si no cumple con sus e...