Tomioka Giyuu un chico de 18 años vive solo y necesita dinero, su hermana, Tomioka tsutako, le propone que cuide a los hermanos Shinazugawa ya que la madre de estos tiene que viajar a menudo y no siempre puede llevarlos con ella, Giyuu acepta y comi...
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Pasó bastante tiempo que entre los 8 iban caminando, aunque para Koto no era tan así, pues Giyuu lo llevaba en brazos ya que el menor todavía no caminaba.
Minutos más tarde encontraron un lugar perfecto para comer. Escogiendo el menú de niños para los pequeños y por otro lado los más grandes ordenaron el menú del día, que consistía en un pedazo de pescado frito acompañado de curry. Además, pidieron una bebida familiar para disfrutar juntos.
-Antes de que se me olvide. Los gastos corren por mi cuenta, no quiero siquiera conversarlo o discutirlo, pero no quería que se me olvidara.-declaró firme Sanemi luego de un rato que el mesero se fuera.
Giyuu estaba apunto de reclamar y decir que él también podía ayudar con el dinero, pero en ese instante volvió el mesero a la mesa, sirviendo unos trozos de Shokupan y dejando los palillos en los lugares correspondientes.
"Uhm, me sentiré en deuda" pensó Tomioka.
En cambio Sanemi, estaba sonriendo, está era una manera de agradecerle a Giyuu por lo bien que hacia su trabajo y no directamente con dinero, en este caso, un almuerzo no vendría mal.
Así todos tuvieron una comida llena de risas por parte de los más pequeños y de vez en cuando los mayores, quienes jugaban con las porciones de papas fritas de los menores haciendo el "avioncito". Giyuu se ocupó de alimentar a Koto y disfrutar su delicioso almuerzo, pues hace mucho no comía pescado.
Así, pasadas las horas, Sanemi pagó la cuenta como habían acordado y salieron del local con destino a la playa. Tomioka miró el reloj de su celular y se fijó que eran las 03:00 PM, por esto decidió dejar un poco a los menores con su hermano mayor y comprar bloqueador solar más una sombrilla para protegerlos de los fuertes rayos solares, además de unos pequeños juguetes.
Cuando volvió de esas pequeñas compras todos se acercaron más al agua escogiendo un lugar donde podrían jugar y recostarse.
-Mira, allí no hay tantas personas.-apuntó Sanemi hacia un lugar vacío entre la multitud.
Así, siguieron al lugar donde apuntó previamente el mayor. Giyuu, quien había preparado una mochila con cosas que podrían ser de ayuda tendió una toalla en la arena y le dijo a los menores dónde sentarse.
-¿Puedes aplicarle bloqueador a Koto, a Shuya y Sumi, por favor? Yo sé los pondré a Hiroshi, Teiko y Genya.-pidió Giyuu amablemente recibiendo un sentimiento de Sanemi.
-Vengan acá pulgas bebés, hay que cuidarnos del sol.
-Vengan Hiroshi, Teiko y Genya.
Y de esta manera, ambos mayores prepararon a los pequeños para pasar la tarde en la playa, cuidándose luego ellos mismos del sol aplicándose individualmente bloqueador solar.
-¿Por qué es tan difícil armar castillos de arena?-Preguntó Genya con un puchero en sus labios al ver su tercer intento de castillos derrumbarse.
Para suerte de todos, Giyuu había comprado lo necesario para estar cómodamente en la plata. Agregando palas y baldes de plástico para que los menores hicieran castillos de arena.
