Tomioka Giyuu un chico de 18 años vive solo y necesita dinero, su hermana, Tomioka tsutako, le propone que cuide a los hermanos Shinazugawa ya que la madre de estos tiene que viajar a menudo y no siempre puede llevarlos con ella, Giyuu acepta y comi...
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-¿Tu mamá va a venir para acá?
Luego del espontáneo mensaje que dejó la señora Shinazugawa para Giyuu, esto lo dejó bastante confundido. ¿Por qué pediría un puesto más en la mesa, acaso pensaba en venir?
¿Por qué tan repentinamente?
Tenía que ordenar la sala, que la comida le quedará deliciosa, ¡No había bañado a los niños! Así tan pronto su mente procesó esa información, fue a la habitación del mayor de los Shinazugawa para corroborar esta información.
-Sanemi, ey, ¿Tú mamá vendrá ahora?
El nombrado se encontraba medio dormido. Al parecer, Giyuu cuando estaba en estado de desesperación se olvidaba sus principios morales y la incomodidad inconsciente que le generaba hablar con este, por lo que entró sin aviso y lo removió despertándolo sin vergüenza alguna.
-¿Uhm?-cuestionó Sanemi mientras daba media vuelta dejando su amplia espalda a la vista del más bajo.-No lo sé... Tengo tanto sueño...
Giyuu tragó al ver la camiseta contraria apretarse, marcando la espalda del mayor, sin embargo, tenía otro problema más grande en su mente en el cual concentrarse.
-¡Sanemi, tú mamá me dijo que vendría!
-¡¿Qué?!-respondió este sorprendido dándose la vuelta despertando de inmediato.-Imposible. me avisaría.
-Eso te venía a preguntar, pensé que te diría algo, no lo sé.
-Pues... No. La voy a llamar.
Y cuando la habitación se sumió en un silencio, Giyuu escogió ir con los pequeños Shinazugawa y arreglarlos un poco, no tenía tiempo para bañarlo.
La mamá de los Shinazugawa venía luego de casi dos semanas, por instinto quería que la mayor se sintiera orgullosa al ver su esfuerzo por mantener hogar estable.
Sanemi marcó el número de su madre, pero no recibió más que nuevamente el buzón de voz. Le empezaba a preocupar. Inclusive en acto de desesperación llamo a la empresa, quien tampoco le contestaron.
Se dirigió a la sala viendo cómo sus hermanos estaban ahí, mientras Giyuu estaba en la cocina, cocinando supuso.
Pasaron horas sin que nadie se diera cuenta. Y fue sorpresa para los menores que la puerta se abriera desde afuera repentinamente.
-¿Mamá ya volvió de su trabajo?-preguntó Hiroshi quien hace unos segundos estaba atento a la televisión.
A Giyuu le dió un ligero dejá vu por la vez que había llegado Sanemi a la casa.
-¡¡Mami!!
-Maa.
En el preciso instante que la mayor cruzó la puerta, los pequeños corrieron hacia la puerta sonriendo alegremente. Mientras que Koto procedió a gritar "Ma", alargando la vocal, con mini risas seguidas.
