Damián Weyne no quiere una familia por KukAberrA

Capítulo 16 : Es Cassandra bitch(perras)

Decir lo que uno piensa es difícil. Es lo que la sociedad te dice que hagas, pero luego te dan la espalda cuando no les conviene. Para Cass, hablar fue un desafío adicional. No había sido criada en un lugar donde su padre la alentara a expresar sus ideales y su sentido común.

Para Cass, citar cosas era mucho más fácil. Es difícil enojarse con alguien cuando cita algo en lugar de sus propias creencias. Cass anhelaba el día en que pudiera hablar sin equivocarse. Como ahora.

Nadie le prestaba atención a ella ni a sus señas, y no había nada que ella pudiera imitar para manejar esta situación. Jason no paraba de hablar sobre cómo habían dejado escapar al "niño asesino" al mundo. Steph y Duke intentaban defenderse y Tim enviaba mensajes de texto en su teléfono e intervenía con comentarios. Cass quería hablar y defender a los demás y a sí misma, pero no podía. Y nadie estaba prestando atención a sus señas con las manos. Había intentado chasquear los dedos, aplaudir y pisotear para llamar la atención, pero no se la podía escuchar por el volumen.

Bruce había estado meditando en silencio en el fondo de la Baticueva, revisando las cámaras de seguridad y tomando notas sobre Damian. Cass quería acercarse y tener una conversación silenciosa con él, pero estaba enojado y no quería hablar con nadie. Dick seguía durmiendo durante todo este asunto, ya que se había quedado dormido casi de inmediato. Y Alfred estaba limpiando furiosamente la casa para aliviar un poco su estrés.

Cass se quedó allí parada, en silencio, sin poder decirle ni una palabra a nadie. Tim había dejado el teléfono y le gritaba a Jason por no haberlo asegurado cuando estaba drogado. Jason respondió a gritos antes de gritarle a Duke y Steph por dejarlo caminar sin ataduras. Cass casi deseaba que Jason le estuviera gritando a ella para poder comunicarse con los demás, pero solo mantenía la vista fija en Steph y Duke.

Se escuchó una llamada a través de la Batcomputadora. Bruce frunció el ceño al oír el nombre. Su lenguaje corporal mostraba una clara irritación y tensión, pero también mostraba signos de afecto por el interlocutor, aunque pocos. Cass supuso que se trataba de Talia o de la Liga. Los demás se habían sorprendido de su conversación. Cass se sentó en silencio, como siempre, y esperó a que Talia hablara.

Y habló. Comenzó a despotricar contra Bruce por haber perdido a su hijo y que lo había enviado a Gotham para que lo protegieran. El rostro de Talia estaba incandescente y apretaba y aflojaba las manos. Bruce parecía avergonzado y seguía diciendo que encontrarían a Damian antes de que le pasara algo. Cass se dio cuenta de que no había mencionado que le había roto el tobillo a Damian, que lo había drogado, electrocutado y atado y amordazado.

Steph, Jason y Duke se susurraban comentarios sarcásticos y chistes. Tim se unió a ellos mientras mostraba su computadora portátil, que tenía una presentación sobre cuándo arruinar la adopción. Cass hizo algunos chistes usando lenguaje de señas y Steph se rió y le contó algunos a Cass. Cass sonrió y comenzó a unirse a ellos con entusiasmo.

Sin embargo, estaba haciendo señas demasiado rápido para que la entendieran y se obligó a calmarse. Si bien todos sabían lenguaje de señas, no lo usaban en ningún momento, excepto con ella. Por lo tanto, sus habilidades no eran lo suficientemente rápidas para leer sus señas. Sus lenguajes corporales eran confusos y ella se mordió el labio para pensar. En lugar de eso, decidió enviarles mensajes de texto para que no tuvieran que mirar constantemente su furia de palabras.

Bruce y Talia habían tenido una discusión a media voz sobre cómo criar a un niño. El lenguaje corporal de Bruce mostraba lo defensivo que estaba a pesar de que su tono y volumen no lo permitían. Talia no estaba tan a la defensiva, sino más bien ofensiva.

Tim se saltaba las diapositivas y Cass tenía dificultades para seguir el ritmo en el chat grupal. Aun así, no se le ocurría ninguna cita que pudiera pronunciar sin tartamudear. Y odiaba equivocarse al hablar frente a tanta gente. Dejó el teléfono y decidió asentir. No era exactamente hablar, pero odiaba que la gente se adaptara a ella. Siempre se volvía extremadamente incómodo incluso cuando hablaba con su familia.

Cuando Tim terminó su discurso y Talia le colgó a Bruce, Barbara les envió un enlace. Cass hizo clic en el enlace y se abrió un video de seguridad granulado de una tienda en Gotham. No muchos lugares en Gotham tenían seguridad para que sus crímenes no salieran a la luz. El video mostraba un auto conduciendo desenfrenadamente por la calle. Se desviaba de la acera y aceleraba. Cass reconoció al instante que el auto era el de Harley Quinn y Poison Ivy.

No se había dado cuenta de que habían decidido ir a cometer delitos esa noche. Por lo general, no se metían en problemas, excepto por delitos menores. Pero al ver a Harley arrojando bombas desde el auto y destruyendo edificios, esa noche era una noche de consuelo para ellos. Poison Ivy llevaba a Harley Quinn a "noches de consuelo" cuando el trauma del Joker era demasiado. En el video, Ivy detuvo el auto y ambos salieron.

Una figura en el asiento trasero llamó la atención de Cass. Había muletas a su lado y estaba acariciando a las hienas. Damian. Su lenguaje corporal mostró fácilmente que era él y cuando levantó la vista, vio que los demás también lo habían notado. Harley e Ivy habían comenzado a vandalizar la propiedad y a amenazar a los hombres. Damian se había sentado y observado. Su lenguaje corporal mostraba que estaba asombrado y emocionado.

Cass nos envió un mensaje de texto con esas palabras a los demás y todos enviaron emojis de sorpresa o con los ojos en blanco por la incredulidad. El video terminó cuando Harley e Ivy volvieron al auto y se fueron. Harley se rió todo el tiempo. Todos en la cueva estallaron en conversaciones y voces superpuestas. Cass intentó expresar sus pensamientos con señas, pero nadie la miraba, así que los colocó a su lado. Debatió si enviar un mensaje de texto, pero decidió que el esfuerzo no valía la pena cuando todos estaban tan alterados que no revisarían sus teléfonos.

Cass permaneció allí en completo silencio, escuchando a los demás debatir ideas y discutir. En su interior sabía que el próximo tiempo no sería bueno. A nadie le gustaba no tener una opinión clara en una discusión.