Capítulo 23 : El Acertijo

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El Acertijo había estado hablando durante la última hora y Damian se estaba enojando. Le dolía la cabeza por el golpe que había recibido en la camioneta y Gene estaba petrificado y respiraba con dificultad justo a su lado. El dolor de cabeza, la respiración de Gene y la voz exasperante del Acertijo hacían que a Damian le resultara difícil permanecer quieto con las manos atadas.

Los matones también se habían cansado de la perorata. Arms y Beanie estaban durmiendo y Bitch estaba sentado con su teléfono. Los otros matones prestaban atención con distintos grados de éxito. Pero el Acertijo seguía adelante sin perder nada de su entusiasmo.

—Entonces, escapé de Arkham hace más de una semana y, sin embargo, Batman no ha intentado capturarme. Claramente, está esperando que haga algo grande —les dijo El Acertijo con su voz agitada. Damian apretó los dientes. No tenía por qué estar en esta posición, si Batman no hubiera puesto tanto énfasis en capturar a Damian. Se mordió la lengua para no responder, ya que los tontos no le habían vendado la boca ni a él ni a Gene.

Gene no se mordió la lengua: "¿Hablas en serio? ¿Nos secuestraste para presumir ante Batman?". Damian estaba impresionado de que Gene superara su miedo para burlarse de los motivos de Riddler. Arms puso los ojos en blanco y asintió con la cabeza.

—¡Lo sé! ¿Por qué no llamó a Batman si estaba tan desesperado? Pero un trabajo es un trabajo —dijo Arms. Bitch se acercó para darle una palmada en el hombro a Arms y sacudió la cabeza.

La perra tenía una expresión exasperada, "No se lo digas a la cara". El Acertijo se dio la vuelta para darles una cara desconsolada.

—Pensé que te gustaba trabajar para mí. —Beanie parecía incómoda ante la afirmación de Riddler.

Hizo un gesto con la mano: "¡Lo haremos! ¡Continúa con tu discurso!". Los demás matones asintieron y levantaron los pulgares mientras Beanie hablaba. El Acertijo frunció el ceño, pero asintió y se dio la vuelta. Damian odiaba a Beanie, decidió, ¿cómo se atrevía a devolverles la atención de este dolor de cabeza?

El Acertijo empezó a hablar de cómo ser más astuto que Batman y la policía, además de robar dinero para dárselo a los orfanatos y matar a Bruce Wayne. Damian no sabía si apoyar al Acertijo o luchar contra él. Decidió odiarlo por ese horrible atuendo y rostro.

Damian jugueteó con sus cuerdas y se sintió decepcionado por lo débiles que eran. Claramente, nadie les había enseñado a estos matones cómo atar a alguien, y se notaba. Damian estaba avergonzado por ellos. Miró a Gene y vio que Damian estaba mirando cómo se liberaba de las cuerdas. Sonrió ampliamente a Damian y se acercó más. Señaló sus manos y Damian tuvo la impresión de que él también quería liberarse.

El Acertijo les mostró una copia de una nota que le había escrito a la policía. Luego les señaló todas sus trampas y acertijos "inteligentes": "¡Batman será derrotado y podré matar a los ricos!", gritó el Acertijo. Damian se estremeció ante su voz fuerte.

—¡Pero a los ricos es mucho más fácil robarles que matarlos! —replicó Damian. Recordó lo sencillo que había sido robarle a Robin y entrar en el almacén de Bruce Wayne. Era mucho más sencillo que robarle a la cajera del supermercado. Gene empezó a hacerle un ruido breve, repetitivo y sibilante a Damian. Damian no sabía por qué.

El Acertijo miró a Damian y luego se acercó. Damian comenzó a retroceder porque no quería ver ese desastroso atuendo de cerca. Sin embargo, dos matones lo agarraron de los brazos y lo mantuvieron en su lugar. El Acertijo ordenó: "Explícate". Gene temblaba de miedo y respiraba con dificultad.

—No —respondió Damian. Damian no iba a dejar que un idiota con un disfraz horrible le dijera qué hacer. El Acertijo lo miró con enojo y chasqueó los dedos. Una mujer con un traje morado con un signo de interrogación verde pintado se acercó y sacó un cuchillo.

Se lo acercó a la oreja a Damian. —Cuéntanos. Damian le sacó la lengua. No se sentía intimidado por un cuchillo tan pequeño. De repente, Beanie comenzó a reír y a señalar a la mujer.

—¡Es la maldita Bellatrix! —gritó Beanie. Arms miró a Beanie con los ojos entrecerrados y luego a la mujer.

—¡Tienes toda la razón! —Arms empezó a susurrarle a Beanie. La mujer soltó un chillido espantoso. Damian decidió llamarla Screech.

—¡Alto! ¿Cómo se supone que me tomen en serio cuando dices eso? —Screech arrojó su cuchillo al suelo y comenzó a gritar furiosamente a Beanie y Arms.

Otra persona comenzó a consolar a Screech: "Está bien, creo que das mucho miedo". Damian se quedó mirando incrédulo. Luego miró a Gene; Gene todavía estaba pálido, pero no respiraba tan mal como antes.

Screech la miró y le dedicó una sonrisa repugnante: "¡Eso espero! Porque voy a tener que asustar a este niño". Damian puso los ojos en blanco.

Arms habló en voz alta: "Estoy pensando en Narcissa para ella". Beanie asintió con la cabeza. Bitch les dio una palmada a ambas en los hombros.

El Acertijo les lanzó una mirada asesina a todos. Se apartó de Damian y dijo: "Está bien. Tened vuestros secretos. Algún día los descubriré". Señaló a Gene y Gene se estremeció. "Tú. Resuelve este acertijo". Le mostró un trozo de papel a Gene.

Gene lo miró y luego al Acertijo. "No puedo". El Acertijo lo miró con más fuerza.

"Al menos inténtalo."

"No puedo leer eso."

Todas las conversaciones se detuvieron. "¿Qué?", soltó la perra. Damian también estaba en shock. ¿Cómo era posible que no supiera leer?

—No he ido a la escuela en dos años. Además, esa letra es horrible de ver. El Acertijo jadeó, ofendido, y miró fijamente su nota.

Todos guardaron silencio mientras el Acertijo los observaba. Finalmente, se burló: "¡Por ​​eso debemos matar a la gente rica! ¡Por educación!". Damian realmente esperaba que el rastreador funcionara; no quería quedarse allí ni un segundo más. El Acertijo comenzó a despotricar de nuevo. Gene estaba mirando a su alrededor y parecía menos nervioso que nunca.

Por suerte, antes de que Riddler pudiera continuar, Batman y otros justicieros irrumpieron con estrépito. Damian nunca había estado tan feliz de ver a su padre y su banda. Riddler se rió: "¡Batman! Intenta derrotar mis trampas, no creo que puedas".

Damian odiaba su vida.

Damián Weyne no quiere una familia por KukAberrADonde viven las historias. Descúbrelo ahora