Parte 4

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Parte 4

Steve, manejo un par de horas a su huida constante de un Tony que parecía perseguirlo como el gato al ratón, pero después de que Steve se instalara en un rincón, con la espalda recargada en la pared y un vaso medio vacío en su mano derecha, mientras que la izquierda estaba guardada en el bolsillo de su pantalón, fue atrapado por un sonriente Tony, que le quitó el vaso medio vacío, le dio uno lleno a cambio y lo saludó.

—He estado tras de ti toda la noche, no tenía idea de que te vería aquí, pero tiene sentido... ¿Cómo has estado, Capitán?—la boca de Tony se movía y salían palabras de él, llenando el silencio que creaba Steve al estar sufriendo un pequeño ataque de pánico.

—Estoy... he estado bien.

— ¿Has podido arreglar la motocicleta? ¿Te han servido los repuestos extra?—Steve sacudió la cabeza al oírlo, no entendía cómo Tony podía conversar como si la noche entre gemidos y orgasmos no hubiera sucedido.

—Sí, yo...si... ¿tú has terminado la serie?

— ¿Anatomía según Grey? No, le puse un alto hace unos meses, miré otra, es tan larga, sientes que te consumen los personajes.

—Sí, lo hace, es toda una vida.

—Lo sé, pero no ha dejado de ser buena, la retomaré, lo sé—observó con atención la expresión en el rostro de Steve—. ¿Qué pasa? ¿Sucede algo?

—Yo...yo tengo que irme, con tu permiso—le devolvió el vaso, aún sin ser tocado y se incorporó de la pared para girar y caminar lejos.

— ¿Qué? ¡Espera!—Tony lo atrapó entre un par de parejas bailando y Steve consiguió soltarse, pero Tony lo alcanzó fuera del salón—. Steve, Capitán—llamó—. ¿Qué sucede?—volvió a preguntar cortándole el paso, ya estando en la vía publica.

—Te fuiste—soltó Steve, agitado, con la voz rota y una expresión tan confundida como lo estaba su cabeza.

—Oh.

—Desperté y ya no estabas—acusó—y ahora te acercas y me hablas como si nada hubiera sucedido, como si solo fue una noche, cosa que ahora sé que si lo fue para ti, pero... ¿hice algo que te desagradara tanto como para ni siquiera quedarte a desayunar? Podías decirme que no sería más que una noche en el desayuno, ¿fue tan malo?

—Steve, no hiciste nada malo, no fue...fue bueno.

— ¿Entonces por qué te fuiste así? Tony, no te recogí en un bar en una noche de fiesta, fuimos juntos al lugar, después de pasar la tarde riendo. Si no querías nada más que amistad, podías decirlo.

—No es así, no...yo—suspiró comenzando a exasperarse—. ¡Yo creí que tú no me querías ahí al despertar!—Steve lo miró atónito—. Normalmente es así, te corren al despertar y no es agradable, preferí irme antes, no tenía idea de que estaba invitado al desayuno—ambos se miraron en silencio, hasta que Steve comenzó a reír y Tony lo siguió—. Oye, es la fiesta de compromiso de nuestros amigos—le recordó Tony señalando dentro—. Si todavía estoy invitado al desayuno en tu casa, con un retraso de como seis meses, ¿quieres ir dentro a bailar y dejamos esta conversación en pausa hasta entonces?—Steve lo miró dudoso—. Solo piensa que en verdad lo siento y que yo soy el idiota—imitó el gesto de Steve, extendiendo la mano en pedido de baile, Steve rió al verlo y terminó cediendo, dejándose arrastrar dentro por el chico, que se escabulló entre las personas bailando, creando un espacio reducido para ambos.

Fue como en el bar, seis meses atrás, sus cuerpos se amoldaron y Tony danzo y giró, pegándose al cuerpo de Steve, seduciendo y luciéndose, sonriéndole con coquetería, dando caricias tentativas a la piel desnuda del cuello de Steve. Atrajeron la mirada de más de una pareja, Steve había notado la mirada curiosa en su mejor amigo, la ceja arqueada en Natasha, con la mandíbula desencajada ante la vista de ellos juntos. También, pudo ver la sonrisa divertida de Loki y la alegre de Thor, como el pulgar en alto que le dio este antes de que Loki volviera a tomar su atención. Después, había otro par de personas que Steve no conocía, una pelirroja pecosa y un hombre moreno con una expresión facial poco amigable, en varias ocasiones intentó acercarse y la chica pecosa lo detuvo.

—Creo que un hombre quiere asesinarme—le mencionó a Tony en el oído, tratando de mantener quieto y separado de su entrepierna el trasero de Tony, quien miró hacia donde señalo Steve con la barbilla y sonrió al notarlo.

—Bueno, creo que tendremos que dejarles claro que no eres tú sobre mí, si no al revés—sentenció volteando y atrapando el cuello de Steve, para tirar de él y alcanzar sus labios entre los suyos.

Steve, se dejó llevar por el beso, envolvió la cintura de Tony, se mantuvo con el tronco flexionado y abrió su boca dejando ingresar a Tony. No obstante, cuando el beso terminó y luego de un momento en el que se sonrieron y juguetearon entre sus rostros, Steve notó como algunas personas comenzaban a acercarse.

—Tony, vienen hacia aquí—gimió Steve.

—Sí, lo noto y creo que esa es nuestra señal de huida—Steve estuvo de acuerdo, no podían hablar con terceros cuando ellos aún no lo habían hecho, así que siguió a Tony cuando este lo volvió a arrastrar entre las personas y corrieron fuera, hasta alejarse lo suficiente del lugar.

— ¿Estás bien?—consultó Steve al notar al chico jadeando por aire cuando detuvieron su huida.

—Sí, yo... ¿Por qué no estás jadeando?—Steve se encogió de hombros.

—Corro todos los días.

—Oh, claro, Capitán, ejercito, ejercicio—masculló Tony entre profundas respiraciones.

—Dudo que haya algún lugar cercano y tranquilo abierto a estas horas—comentó Steve, mirando hacia diferentes direcciones, con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

—Hay una heladería cerca, podemos comprar helado e ir a tu casa—propuso Tony.

—Yo me refería a un lugar tranquilo para hablar, pero eso también suena bien.

—Sí, no creo que hablemos tanto—sonrió de lado Tony.

— ¿Cómo?

—Steve, sabes que en verdad lo siento, me hubiera quedado si tan solo lo hubieras propuesto o mencionado algo del desayuno antes de que cayéramos dormidos. Te lo dije, no creí que me querrías ahí, vamos...eres Capitán del ejército, qué iba a creer que un niñato que juega con robots, de verdad te interesaría—lo pensó un momento—. ¿Cómo es que te intereso?—Steve rió—. No veo el chiste.

—Vamos por helado.

—No, ahora quiero saber el chiste.

—No es uno, fue una reacción nerviosa, ¿sí?

— ¿Y por qué la tuviste?—continuó interrogando Tony—. Quiero saber.

—Tony, si esa noche no hubieras ido tú y Loki hubiera asistido a la cita, bueno, seguramente él no estaría invitado al desayuno. Y no es porque no sea atractivo, lo es, lo vi... pero no es mi tipo.

— ¿Y yo sí? ¿Un loco de los robots si?

—Un chico que ve anatomía según Gray, que no se calla un segundo porque los pensamientos en su cabeza no parecen tener pausa y que baila de tal forma que me hipnotiza y no se queja de lo mucho que lo piso. Me hubiera gustado agregar más cosas a esa lista, pero en la mañana, de una grandiosa noche, me desperté solo y pensé que quizás hice algo mal, no lo sé, me gustaría conversarlo con una buena cantidad de helado de por medio—Tony se lanzó una vez más a besarlo, en la desierta calle de la ciudad, a media noche, con ambos parados debajo del circulo que formaba la iluminación  del poste de luz sobre ellos.

—No hiciste nada malo, te juro que no—balbuceó contra los labios de Steve.

Continuara...

No se si les estoy haciendo más mal que bien subiéndoles esta parte, porque acá me detengo al menos una semana, quizás dos, tengo que estudiar.

Aunque, recuerden, siempre pueden decirme que me extrañan en el tablero.

En cuanto a la historia, no le queda mucho, dije que seria corta, quizás dos partes más.

¿Que opinan  del capitulo? Me encanta imaginarlos bailando.

Agradezco a:soy_rockelle, por la portada y corrección.

¡HASTA PRONTO!

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora