El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte de Central City, proyectando un suave resplandor anaranjado sobre los edificios y calles. El laboratorio de S.T.A.R. estaba más ocupado de lo normal; las preparaciones para la boda de Barry e Iris llenaban el aire de una mezcla de nervios y expectativas. Faltaba solo un día para el gran evento, y Barry debería estar completamente enfocado en su futuro junto a Iris, pero una sombra de preocupación lo perseguía.
En el laboratorio, Caitlin estaba trabajando en un análisis de las últimas lecturas de la fuerza de velocidad. Aunque las lecturas no mostraban nada fuera de lo común, ella se sentía más inquieta de lo habitual, como si algo estuviera mal, pero no lograba identificar qué era. Barry la observaba desde una esquina, sintiendo ese mismo nudo de inquietud en su pecho. Había intentado ignorar esa sensación por días, pero con cada minuto que pasaba, el malestar crecía.
Iris entró en la sala, sonriendo a Barry mientras le daba un rápido beso en la mejilla.
-¿Estás listo para mañana? -preguntó Iris con entusiasmo-. Es difícil de creer que en solo 24 horas seremos marido y mujer.
Barry forzó una sonrisa y asintió, pero Iris notó la tensión en su expresión.
-¿Qué pasa, Barry? -preguntó, mirándolo de cerca-. No pareces emocionado... Pareces distante.
Barry se encogió de hombros, intentando ocultar la verdad que ni siquiera él entendía completamente.
-Estoy bien, Iris. Es solo... todas estas cosas con los metahumanos. Sabes cómo es, no puedo desconectarme del trabajo tan fácilmente.
Iris no estaba convencida. Lo conocía demasiado bien como para creer esa excusa. Bajó la voz, haciéndolo retroceder un poco para que nadie más pudiera escucharlos.
-¿Esto tiene que ver con Caitlin?
El corazón de Barry dio un vuelco. No esperaba esa pregunta tan directa.
-¿Qué? No, claro que no -respondió rápidamente, pero el rubor en su rostro lo delató. Iris lo miró fijamente, sin decir nada por unos segundos que parecieron eternos. Finalmente, rompió el silencio.
-He notado cómo la miras, Barry. Y también he notado cómo te comportas cuando estás cerca de ella -dijo, con una mezcla de tristeza y firmeza en su voz-. No puedes negarlo. Sé que algo está pasando. Y merezco saber qué es, antes de casarnos.
Barry respiró hondo, sabiendo que no podía evitar la conversación.
-Iris, Caitlin es mi amiga. Hemos pasado por mucho juntos, y eso es todo. Tal vez estoy un poco preocupado por ella, pero no es lo que piensas. Solo quiero asegurarme de que esté bien.
Iris lo observó, sus ojos buscando alguna señal de la verdad.
-Barry, si hay algo más, tienes que decirme ahora -insistió-. No podemos entrar en esto con secretos.
Barry estaba a punto de responder, cuando el sonido agudo de una alerta resonó en todo el laboratorio. Cisco apareció corriendo desde la sala de control, su rostro reflejando urgencia.
-Tenemos un problema -dijo Cisco, sin rodeos-. Hay un nuevo meta-humano causando estragos en el centro. Y parece que tiene un poder que interfiere con las comunicaciones y el sistema de transporte. No podemos localizarlo con precisión.
Barry ya estaba en modo de acción.
-¿Qué clase de poder? -preguntó, mientras se preparaba para correr.
-Es algo relacionado con el control de la gravedad -respondió Cisco, corriendo hacia la consola-. Está creando distorsiones gravitacionales por toda la ciudad, y eso está provocando caos en las calles. Edificios enteros están en peligro de colapsar.
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The Flash: Las Vueltas del Destino (SnowBarry)
RandomEl final de la primera temporada dejó a Barry en la Fuerza de la Velocidad, sacrificándose para salvar la ciudad, de la que Cisco le termina sacando para poder enfrentarse a nuevos enemigos. Sin embargo, el Barry que vuelve es distinto al que conocí...