Hermanos Huérfanos

VII.- El Fin de la Pesadilla

Peter frunció el ceño y vio varias veces hacia atrás extrañando al otro.

— ¿Qué sucede?

— Por alguna razón mi sentido arácnido esta alerta, pero no puedo ver nada.

— ¿Nos están siguiendo? ¿Algo malo se acerca?

— No creo que sea malo, me mantendré alerta, pero tenemos que ir a casa. No sabemos lo que esos psicópatas le hagan a los niños.

— Me preocupa Wade, ha estado más desesperado que antes. — comentó Stiles notando que a su amigo ya no le importaba mucho su propia seguridad.

— Siento que él sabe que algo va a pasar, no sé no me hagas caso.

— Tu eres quien mejor lo conoce, confió en ti, Petey.

El menor sonrió levemente. Aunque su sonrisa desapareció al sentir un escalofrío recorrer todo su cuerpo cuando llegaron al Orfanato, incluso Stiles tuvo la misma reacción. Algo no estaba bien.

Los castaños corrieron dentro de la casa viendo a los niños atados mientras los psicópatas los llevaban a una de las habitaciones.

— ¡Ey! ¿Qué están haciendo imbéciles? — les gritó Stiles molesto tratando de que su miedo no se viera.

— ¡FUERON USTEDES!

Peter terminó en el suelo inconsciente cuando lo golpearon con una botella de vidrio en la cabeza.

— ¡Pet! — dijo Stiles asustado al ver la sangre de la cabeza de su hermano corriendo por el piso.

Esa pequeñas distracción le dio oportunidad a esos dos de tomarlo por el cabello y estrellar su cabeza varias veces contra la pared.

— Fuiste tu, ¿no es así, pequeño pedazo de mierda? Tu hiciste que tomaran los verdaderos expedientes médicos de todos ustedes. No hay nadie más que pueda hacerlo, ni siquiera el imbécil de Wilson. — le dijo la señora Mathews mientras enterraba sus uñas en el rostro del castaño.

— No tengo ni puta idea de que estás hablando. — le dijo Stiles sintiendo arcadas de lo mareado que estaba.

— Niño ingrato, te hemos dado todo y así nos pagas. — le dio un puñetazo en el rostro.

— ¿A quien le diste esos expedientes? — le preguntó el señor Mathews furioso mientras lo golpeaba una y otra vez.

Stiles apenas y estaba consciente, pero aun así logró escupir un poco de sangre al rostro del hombre causando algunos golpes más antes de que lo llevara con los demás niños que estaban atados a las literas. Wade estaba ahí inconsciente al igual que Peter.

— Bueno nada de eso importa porque se van a morir. — dijo la señora Mathews mientras dejaba caer gasolina por toda la habitación y fuera de ella.

— Será muy tarde para cuando alguien venga. — les dijo el señor Mathews con diversión mientras dejaba caer un encendedor y salía de la habitación.

— Hijos de puta. — dijo Stiles luchando contra la inconsciencia.

— ¿Qué pasó? — peguntó Peter abriendo sus ojos sintiéndose bastante mareado.

Toda la habitación estaba cubierta de llamas y no tardarían en consumirlos por completo, sus pulmones se estaban llenando de humo.

— Petey, tienes que sacarlos de aquí. — le dijo Stiles apenas consciente.

— ¡Mica!

— Solo sácalos.

El menor uso su fuerza para zafarse de las ataduras y cuando lo logró se concentró en los niños. Suspiró aliviado al escuchar las sirenas fuera, no le importó quemarse las manos mientras abría la ventana. Poco a poco fue sacando a los niños por ahí, lo que no espero es que los Vengadores estuvieran ahí y Tony lo mirara preocupado.

— ¡Tienes que salir de ahí, Pet! — le dijo el hombre mientras terminaba de sacar a los más chicos.

— Wade y Mica siguen ahí, están heridos. — dijo Peter asustado mientras el mayor lo sacaba del lugar.

— Nosotros nos encargamos, Pet, todo va a estar bien. — le dijo Tony desesperado, pero se calmó un poco al ver a Steve y Bucky salir del edificio con Wade y Stiles entre sus brazos así que él tomó al otro temiendo por las heridas en la cabeza del chico.

Los Matheson fueron arrestados tratando de huir, los Vengadores se habían movilizado desde el momento en que el dron les había mostrado la caótica escena de los hermanos entrando al Orfanato.

Las ambulancias no tardaron en rodear el lugar, los niños pequeños gritaban que estaban bien y que se concentraran en los mayores. Tony y Steve se negaban a dejar el lado de Peter, lo mismo pasaba con Bucky y Stephen que estaban con Stiles.

— ¿Cómo están Mica y Wade? — preguntó Peter nervioso mientras dejaba que revisaran su cabeza, ya le habían aplicado un ungüento para las quemaduras de sus manos y las habían vendado con cuidado. Y ahora estaban revisando su cabeza.

— Ellos estarán bien, tienen algunos golpes pero iremos al hospital y estarán bien. — le dijo Tony con suavidad y ternura.

— ¿Cómo?

— Teníamos que hacer algo, esos malditos jamás les harán daño de nuevo. Van a estar bien.

Peter sonrió y no pudo evitar abrazar al mayor mientras lloraba de alivio, al fin su tormento había terminado.

*

Wade se encontraba sentado a su lado cuando Stiles despertó, el castaño estaba adolorido y su cabeza parecía explotar.

— Buenos días, bello durmiente. Nos tenías preocupados. — se burló el mayor.

— ¿Qué pasó con los psicópatas? — dijo Stiles cerrando los ojos mientras trataba de acostumbrarse a la luz y al dolor.

— Pudriéndose en una celda, al fin.

— ¿Cuánto tiempo he estado fuera? ¿Los niños están bien? ¿Pet? — trato de levantarse, pero el mayor lo evitó.

— Respira, tienes una contusión bastante fuerte y puedes sentirte bastante mareado. — sonrió levemente — Los niños están bien, los Vengadores los pudieron en un buen Orfanato, ahí no les harán nada. Peter esta bien, fue por algo de comer no debe de tardar en regresar. Y llevas dos días inconsciente, además de la contusión inhalaste mucho humo.

— Por eso me siento como la mierda.

— Algo así, te ves peor.

— Siempre tan amable, Wilson.

— Así me amas.

— Quisieras.

Ambos rieron levemente.

La puerta de su habitación fue abierta por donde entró Peter junto con Tony, ambos suspiraron aliviados al ver al otro castaño despierto.

— Hola, Petey.

Peter corrió a los brazos de su hermano. Estaban vivos y estaban lejos de esos maldito, al fin.