El primer día de clases recuerdo haberme sentido tan emocionada...
Muy pocas veces en la vida las cosas encajan de tal manera que sabes que todo va a estar bien en el presente... independientemente del pasado y más allá del futuro.
Así se sintió el primer día en la escuela de danzas. Como si todo estuviera bien, inclusive aquellos nervios que me acompañan constantemente se disiparon al entrar. Ni la edad, ni el pasado, ni la experiencia me hizo dudar de que esto era lo que quería para hoy y siempre.Aquellos recuerdos de cuando era pequeña en clase de ballet vinieron a mi, cuando comencé hip hop en la adolescencia tuve la misma sensación, estar en el lugar correcto, haber elegido el camino correcto, aún si en ese momento me negaba a creer que me dedicaría a esto.
El arte siempre fue mi cable a tierra...
Hasta que logré unir mis sentimientos y mis pasiones en conexión con mi futura profesión.
Entonces encontré mi propio equilibrio, y lo sigo formando, porque mi mayor meta es mirar atrás y no seguir con aquel pensamiento ancestral;"Desperdicie mi vida por cumplir los objetivos que los demás querían para mi"
Porque escuche esa frase toda mi vida... Y mi mamá, a quien tanto admiraba de pequeña con el paso del tiempo me orilló con su sufrimiento a sentir pánico al verme reflejada en ella.
Y las pocas veces que ella se vió reflejada en mi...me odió