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La noche era fría y oscura, los seis huérfanos se reunían en la habitación de los menores, dónde Jungwon y Riki eran los dueños de esta.

¿Estás seguro que no te siguió ninguna de las hermanas?—Preguntó Heeseung con una sonrisa, miró al niño que estaba delante de él

—¡Estoy muy seguro!, ¿Por qué Jay y Hoon me dejaron solo?—Jake hizo un puchero, se supone que los tres irían juntos a la habitación como de costumbre, pero los dos niños de su edad le dejaron solo y fueron juntos

—¡Porque en la mañana no nos despertaste!, el padre Kang se molestó demasiado porque llegamos tarde a la catequesis.—Dijo Jongseong con un puchero

—Bueno, ¿Quieren sus encargos?—Heeseung abrió su mochila desgastada

—¡Claro que sí!—Dijeron los cinco niños, Heeseung vacío en interior de esta

La vela causaba suficiente iluminación en el cuarto que, intentaba ser bañado por la oscuridad, dejo ver algunos dulces y panes, haciendo que los ojos de los demás brillarán encantados.

—¡Woah!, es mucho más que los de la vez pasada.—Susitó Jungwon, el niño de ojos felinos dirigió su mano al chocolate con maní, su favorito

—¡Está vez logré hacer el suficiente dinero ayudando a las señoras con las bolsas!, intento hacer lo mejor por ustedes... Nadie quiere adoptarnos.—Heeseung miró hacía el suelo, sintió una mano cálida sobre su hombro

—Algún día seremos adoptados, ¡Y todos seremos una gran familia como siempre lo hemos sido!—Dijo animado el niño más pequeño, Riki

Después de la escuela, Jongseong, Jaeyoon, Sunghoon, Jungwon y Riki eran recogidos por una de las hermanas del convento, el cual también servía como orfanato, el lugar donde vivien los seis pequeños niños. Heeseung por su parte, salía de la escuela unas horas después de sus amigos al ser unos cuantos años mayor que estos, una vez salía se supone que debería ir al convento junto a los demás, pero este se quedaba en el mercado del pueblo ayudando a cargar bolsas a las señoras, las cuales le recomendaban con monedas, usaba de estas para comprar golosinas y panes para él y sus amigos.

En el fondo, él hacía esto para escapar de su realidad, en unos años sería echado del convento pues tendría la mayoría de edad, y sus opciones para quedarse en el lugar serían emprender como el siguiente padre de la iglesia, pero sentía que ese no era su destino, él quería ser un gran inventor, tener un taller donde pudiera descubrir cosas que la humanidad no ha descubierto. Ayudaba y mimaba a los niños menores porque sabía que en algún momento estos quedarían solos.

Junto al trío, Heeseung y ellos solían involucrarse en peleas constantes con sus compañeros, pues estos se reían de Jungwon y Riki por ser huérfanos y no tener padres, aunque a ellos no les importan las críticas e insultos de los demás, no querían que ellos dos pasaran por lo mismo, así que no dudaban en golpear el rostro de otro.

Su vida desde que nacieron ha sido complicada, abandonados a su deriva y su futuro incierto.

—¿Es cierto lo qué dicen en el pueblo?—Preguntó con ingenuidad el niño pequeño, Riki llevó un pan a su boca y dió un gran bocado

—¿Qué están inventando los demás?—Dijo Sunghoon con su ceño fruncido, era muy común que los adultos del pueblo inventaran cualquier cosa tonta

—Dicen que cerca de aquí, en el bosque, hay personas extrañas que hacen cosas paganas.—Los ojitos de Jungwon se cerraron, escuchar y hablar sobre esas personas le daba escalofríos

GISEI ; HYUNG LINE X SUNOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora