Un mago jamás revela sus secretos, en especial éste mago; pero tal vez Juan debió haberle dictado la lista de materiales para aquel hechizo antes de realizarlo.
¡! [Ship de cubitos] ¡!
Psicópata: La psicopatía o sicopatía es un trastorno de la personalidad caracterizado por una anomalía de orden psicológico en el que las funciones perceptivas y mentales no se ven mayormente afectadas, pero se advierten alteraciones graves de la conducta social de la persona.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
2. La búsqueda y la culpa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Ya llegamos!
Entran a la pequeña vivienda que compartían, Unicornio y Robleis habían tenido una mañana muy apurada llena de pendientes por cumplir. Alguien tenía que pagarle la renta a Reborn y por supuesto ese no iba a ser Carrera.
—¿Primo?
No hay respuesta, se preocupa pero le resta importancia al hecho cuando su estómago empieza a rugir reclamando la porción de comida que no había ingerido en la mañana. La hora no es algo por lo que preocuparse en esos momentos y suponen, inteligentemente, que la ausencia de Carrera se debe simplemente a su capacidad natural para salirse del curso; es decir, para evitar hacer lo que se supone debe hacer.
Uni trata de seguir la rutina, estando tan acostumbrado a la cotidianidad de vivir con el híbrido de gato, alias "tornado andante" y su terrible hábito de ser distraído, olvidadizo o perezoso, dedicando tiempo valioso a su diversión. Por lo mientras la panza de Robleis también reclama alimentos, ambos se convierten en fieras ante la sensación de consumirse desde dentro por si mismos. Dramáticamente se "arrastran" (caminan) hasta la lejanía de la cocina (apenas unos cuantos metros) para finalmente saciar su hambre.
—Che, está muy tranquilo todo..
—Seh..
Se miran el uno al otro, relajados. Tardan en realizar una almuerzo-cena lo suficientemente aceptable para la ocasión pero una vez la tienen hecha se ponen a tragar como si el pan se tratara de un manjar divino caído del mismísimo cielo. No se preocupan de haber servido un plato de más.
—¡Estoy lleno!
—Te juro que me moría de hambre, amigo.
Uni y Robleis, excelentes amigos, se acarician la panza completamente satisfechos de su hazaña. Se tiran por completo en su asiento, la euforia momentánea hace que se olviden por completo de que aún no ha vuelto su amigo.