¡MALDICIÓN! [HappyBear]

03

Matón:
Persona jactanciosa y pendenciera que procura intimidar a los demás. |Se llama matón al individuo agresivo y peleador que busca amedrentar a las otras personas.

3. Más de un solo problema, una solución.

Es raro ser un slime, cuando logró mirarse al espejo por primera vez después de lo acontecido con Juan no lo creía en verdad. Enormes ojos verdes y lo demás un azul como el del océano, un eterno color lleno de brillo tan peculiar, entendió a su captor por instantes. Se veía tan único, diferente a lo usual que en verdad no le desagradó, entonces pensó sin estar consciente: "tal vez así si me quiera".

Aquella tarde, tres días antes de tomar la fatal decisión de cambiar gracias a magia decidió también declararse a la persona que amaba sobremanera. Su nombre era, un abrazo a su corazón y su olor parecía amoldarse por completo con la gloria, tan bonita, demasiado para estar con alguien como él.

Mayichi era, siempre sería, una brisa de viento en un día caluroso. Eran amigos desde hace muchos meses, casi largos años de pura charla y juegos. Tan amable como todo el tiempo, gentil. Ya no lo soportaba más, su corazón le exigía prácticamente que saliera a la luz aquello que se guardaba en la bóveda de su pecho, lo más recóndito e insólito de su mente. Admiraba, quería a esa mujer.

—Tengo que decirte algo, es muy importante — le avisó, los ojos de la muchacha brillando con curiosidad.

—¿Qué pasa, Carre? — el dulce acento de su voz empalagando sus tímpanos, un timbre suave que lo hizo cohibirse por lo que iba a decir a continuación, hubiera salido de sus labios si la chica no lo mirara tan de esa forma, no era su intención pero la mujer causaba un desastre en su corazón.

—Es que.. — se interrumpió abruptamente, sus ojitos verdes se achicaron a la par en que sus mejillas se tronaran rojas. Apenado, frotó ambas manos suyas entre si — vos sos muy bonita y creo que me gustas mucho.

Casi grita lo último, cierra los ojos para no mirar la posible reacción de la fémina; Mayichi, en su lugar, suelta un suspiro al viento con calma y algo de pena. Su sonrisa se torna una comprensiva, amable para la maraña nerviosa de Carrera.