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──Vamos, Yizhuo, la clase ya comenzó.
Yizhuo gimió con la cara contra su almohada, tenía resaca y el día estaba demasiado brillante para ser de mañana. Levantó la cabeza y abrió un ojo a penas, viendo que Aeri estaba sentada en su escritorio con libros y lápices ya preparados.
──Te dije que no volvieras tarde── en su tono no habían juegos ni burlas y su sonrisa burlona no estaba tampoco.
──No lo hice, sólo no podía dormir cuando regresé.
No era una mentira del todo. Volvió tarde por quedarse con sus amigos e ir a otra fiesta, sin embargo tampoco podía dormir cuando estuvo en su cuarto horas más tarde.
Yizhuo casi no dormía, era costumbre. Pero eso no significaba que estuviera bien, ella se sentía cansada todo el día aunque no lo dijera. Y anoche, por alguna razón que desconocía, se sentía triste.
Lloró un poco. No sabe la razón. A veces guardas tantas cosas que cuando explotas no hay por qué. Yizhuo aún no lo hacía, sin embargo. Sentía muchas cosas en su pecho.
Mas ella era un alma libre, ¿cierto? No tenía muchas preocupaciones. No importaba.
──Te doy cinco minutos para que te vistas y hagas tus cosas.
Aeri salió de la habitación y esperó afuera. Ning suspiró y le hizo caso, después de todo, ella había dejado claro los límites, ¿verdad?
Cuando gritó un leve "listo" Aeri regresó y empezó con la clase. Estaba seria, hablaba lo justo y necesario. Aeri no era... Aeri. Había algo en ella que era distinto.
──No pongas esa cara, estoy haciéndote caso── murmuró sin mirarla.
──¿Ah?
──Has dejado claro que no te agrado── finalmente miró sus ojos ──. No quieres nada conmigo y está bien. Yo no ruego, Yizhuo, así que no voy a estar detrás de tí. Tu madre me paga por clases de inglés, entonces seré tu tutora de inglés, ¿de acuerdo?
──Pero...
──Sin explicaciones de más── cortó ──. No necesitas saber de mí y yo no de ti.
