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Yizhuo se rindió después de unos días. No ante Aeri, por supuesto. Sino ante Minjeong.
Le escribió un mensaje pidiéndole salir con ella de compras, algo que sucedía normalmente. Así que Minjeong aceptó por costumbre, pensando que todo estaba bien. Sin embargo, Yizhuo prácticamente la obligó a sentarse en una cafetería y hablar. Tenían un par de bolsas a su lado, Minjeong creyó que estaba cansada mas se preocupó cuando Yizhuo puso una cara demasiado seria para ser ella.
──No me asustes, ¿estás embarazada?
──¿Qué? ¡No, Winter!
──Oh, Dios mío── suspiró con alivio ──. Es que estás tan seria que creí lo peor.
──Es que... No sabría explicarlo, tengo problemas todavía para entender de qué se trata.
──Está bien, dime.
La china soltó aire y comenzó a hablar de forma rápida, casi no se entendían sus palabras y Minjeong batalló para no interrumpir y escuchar atentamente.
Minjeong se impresionó de que conociera a Aeri de esa forma. Es decir, según lo poco que habló Anton de ella, Aeri no estaba ejerciendo como tutora últimamente. Al parecer hacía todo tipo de trabajos, mas no tenía uno fijo.
──Y no sé... Se supone que, ¿la odio? Pero lo pienso y ella no ha hecho nada malo, ¿sabes? Tal vez fui demasiado perra con quien no lo merece.
──Tienes un carácter fuerte, Ningning, nunca callas tu bocota── Kim se rió y golpeó ligeramente su cabeza en juego──. Pero recuerdo lo que me habías dicho una vez y tienes razón. Esa chica es la definición de la palabra "sexo", y tú necesitas algo de eso para dejar de andar como gruñona por ahí, dime, ¿haz pensado en eso?
Yizhuo intentó negar, pero terminó asintiendo. No iba a mentirle a su amiga sobre eso, Yizhuo aún tenía cierto deseo por Aeri, incluso podría decirse que aumentó más después de su trato tan indiferente a ella. Ugh, ¿por qué tiene que adorar a la gente que no es buena para ella?
──Es que... Simplemente no quiero ser otro de sus juegos, ¿entiendes? Es decir, yo soy la que juega, no puedo permitir que me usen de esa forma.
──Una vez que te dejas llevar entiendes que no importa quién juega y quién no, simplemente lo disfrutas. Eres una cabezota por querer llevar el control siempre, la vida no es justa, cariño, tendrás que ceder algunas veces.
Yizhuo se cruzó de brazos y lo pensó. Uh, ¿ceder? ¿Ante Aeri? Parecía ridículo, bueno no tanto, tal vez un poco... Bien, la ridícula es ella por comportarse así.
Esperó a que el próximo sábado la volviera a ver. Pero eso no fue así.
