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Narración Omnisciente.

Llovía mucho aquella tarde, tanto que probablemente su jardín estaba completamente inundado de tanta agua que caía ese día. Habían tenido tormentas antes, pero esa era bastante grande y sin duda nada en comparación con las que habían hecho antes, el agua bajaba por la alcantarilla del frente de su casa como un río embravecido.

- ____ linda, ¿Te apetece chocolate caliente?- preguntó su madre entrando a la sala.

- No gracias mamá, no tengo apetito...- respondió vagamente, mientras escuchaba a su madre volver a la cocina.

____ Kelly acababa de cumplir 12 años, estaba entrando en esa etapa en la que el aburrimiento y el poco apetito eran el pan de cada día, por lo que su madre ya no sabía que hacer con ella optando únicamente por dejarla tranquila con sus asuntos.

- ¿Crees que la torrente baje?- preguntó desde la cocina a su hija.

- Lo dudo, aún no deja de llover- contestó ella.

Estaba sentada en el sillón hacía horas, mirando por la ventana la lluvia caer. Esa era de sus pocas actividades favoritas, además de salir de vez en cuando con sus amigos.

Los perdedores, bueno, ¿Por dónde empezar?

____ toda su vida había tenido muy en claro que su lugar en la sociedad no estaba junto al de todos los demás, la verdad es que desde pequeña la molestaban por sus gustos y demás, cosas normales por los que niños molestan a otros.

Entonces los conoció a ellos.

Richard, Eddie, Stanley y William eran sus mejores amigos en el mundo, los únicos que tenía a decir verdad... Aunque con los que ella mantenía relación mucho más cercanas eran Bill y...

- ¡Oh, está sonando el teléfono!- su madre se apresuró a contestar- Es Stanley!

- ¿Stan?- preguntó incrédula, levantándose del sofá rápidamente.

____ llegó hasta el teléfono con una sonrisa, siempre disfrutaba de una buena plática con Stanley.

- Stanley Uris, creí que habías muerto- dijo divertida mientras ponía el teléfono en su oreja.

- Por supuesto, ¿Te llamo a tu linea?- preguntó el chico alegremente.

- No hace falta, cambiaré la línea, no cuelgues...- explicó mientras presionaba unos botones y escuchaba sonar su teléfono en su habitación- ¡Mamá, estaré en mi habitación!

La chica subió las escaleras con rapidez y como un ventabal entró en su habitación. Atendió el teléfono, tomando la cajita y acostándose en su cama con ésta a un lado.

- Ya estoy en mi habitación, creí que no volvería a escuchar tu melodiosa voz...- se burló.

- Estaba con mi padre, ¿Que harás mañana?

- Si sigue la torrente, morirme de aburrimiento en casa... Oye, ¿Porque no vienes un rato?- preguntó, sabiendo perfectamente que con las lluvias sería imposible pero aún con esperanza.

- Movería tierra y cielo por salir de aquí hoy, pero mi bicicleta está ponchada- Contestó en un tono irritado, ____ reprimió un suspiro.

- Siempre le ocurre algo a tu bicicleta cuando lo necesitas, deberías reemplazar esa mierda- se quejó la chica, moviéndose frenéticamente por su cama con aburrimiento.

- Es fiel conmigo y eso es lo que importa. ¿Porque no vienes tú?- atacó, haciendo a la chica levantar la cejas en su cama.

- No tengo bicicleta genio, muy a duras penas alcanzo a convencerlos de llevarme- dijo en un tono sarcástico- Pero cuando consiga mi propia belleza, se morirán de envidia, ya lo verán.

Nada Que Perder [Bill Dembrough x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora