En Green Hills, podría haber sido un día normal para sus habitantes, una idea estúpida si se tomaba en cuenta que su seguridad se debía únicamente al sacrificio de su grupo de héroes. En la cima de una montaña, los cinco peleaban como de costumbre contra el científico, quien al parecer tenía un nuevo objetivo: el Prisma Paradoja, una dichosa piedra de la que ninguno de ellos tenía conocimiento. Pero eso no importaba, si Eggman la quería, no era una buena señal.
—¡Saquen esa roca del suelo!
Esa fue la orden del doctor hacia sus robots para que taladraran más rápido y pudiera tomar el prisma, pero era algo cómico ver cómo no podían obedecer.
El héroe principal, Sonic The Hedgehog, estaba más concentrado en su pelea abajo como para prestarle mucha atención a este hecho, o así fue hasta que, desde lejos, divisó cómo aquellas máquinas eran destruidas sin piedad por una especie de guadaña atada a una soga que rodeó a los robots, partiéndolos a la mitad en menos de dos segundos.
—¡¿Pero qué rayos?!—exclamó el humano, cayendo en cuenta de quién era la responsable de aquello segundos después.
Y no fue el único. Por alguna razón, la sonrisa agraciada del héroe se agrandó al reconocer el color rojizo que desprendía el arma, dirigiendo sus ojos hacia donde esta se devolvía. Solo podía tratarse de alguien.
Una eriza de púas blancas y ojos azules, vestida de forma colorida y hasta divertida, sostenía esa misma guadaña entre sus dos manos cubiertas con guantes de diferentes colores. Lucía anormalmente feliz.
—Ups, lo siento. ¿Llego tarde?
Con esa pequeña frase, anunció su entrada. El hombre soltó un fuerte gruñido, creyendo que ella no aparecería esta vez y, de repente, los sorprendía.
—¡Robots, a por ella también!—ordenó nuevamente al resto de los badniks que aún no habían sido destruidos por el equipo de Sonic. Las máquinas obedecieron y se dividieron para continuar con su tarea: una parte de ellas fue por el pintoresco grupo, mientras que la otra mitad atacaría con todas sus fuerzas a la villana, quien no necesitaba ayuda.
Sonic percibió el nuevo ambiente que se había formado con la llegada de su enemiga y la admiró desde lejos para saber a qué se enfrentaría hoy; Siempre le había parecido curioso cómo se desenvolvía en el campo de batalla, con una flexibilidad increíble y acrobacias dignas de aplausos. Toda esa agilidad iba bien acompañada por lo que creía que era el mejor poder de todos: aunque aún no lo entendía bien, le resultaba fascinante cómo ella podía crear el objeto que le plazca, y lo peor (o mejor) era la elegancia con la que atacaba a pesar de todo.
Parecía perdido, tanto así que un badnik, con forma de abeja gigante, lo empujó por detrás, haciéndolo volar como un pato en el aire, pero fue felizmente salvado por Tails, otra vez.
—¡Sonic, concéntrate! ¿Por qué estás tan distraído?—el de doble cola aprovechó para hacerle esa pregunta rápida, mientras hacía explotar a dos robots con ayuda de sus inventos. Estaba genuinamente preocupado por su mejor amigo, no solo porque tenía que estarlo salvando todo el tiempo, sino porque siempre ocurría por la misma razón.
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Cherry Enemy || Sonic Prime x Oc
FanfictionÉl es la calma, y ella la tormenta que viene después, dispuesta a arrasar con lo que sea o quien sea con tal de mantener su propio bienestar. Ella es la destructora de sueños, y él se encarga de repararlos, los une pieza por pieza devolviendole la s...