¡Tenemos un 3312! ¡Todoroki se enamoró de Midoriya!

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Uraraka Ochako era alguien de buenas ideas, siempre buscando la mejor alternativa para mejorar sus defectos y abrirse paso entre la competencia.

Eso es lo que mejor la caracteriza.
O al menos eso se pensaba.

————— Ochako-chan, ¿Estas segura de esto? Gero. —— Le observó dubitativa, el plan que la castaña le había contado no la convencía, más que nada por la dudable variante del como reaccionarían sus compañeros.

————— ¡Claro que sí, Tsu-chan! Sería bueno, recuerda que Aizawa-sensei nos dijo que podíamos tener días libres, además de la compensación monetaria, aunque fue una lástima que no nos pagaran la cantidad completa por ser estudiantes. —— Hizo una mueca de descontento.

Quizas no era mucho, pero se les dió una pequeña compensación monetaria a los estudiantes por sus servicios, quienes en primer lugar, nisiquiera deberían haber participado en la guerra.
Ante la ley, ellos seguían siendo solo niños, así que, para callar las malas lenguas, prefirieron darles un "gran" premio y reconocimiento en batalla, algunas estatuas de mala muerte — He incluso nisiquiera fueron para los principales héroes. — además de un pase directo a terapia.

La sociedad era una basura, aún con los que les salvaron la vida.

¡Nisiquiera pidieron refuerzos de la Asociación de Heroes Mundial cuando sucedió la crisis!
¡El gobierno no se preocupó por ellos!
¡Su maestra falleció!
¡Mucha gente inocente murió!
¡Sus amigos acabaron en el hospital!
Unos peores que otros.

La rabía siempre seguiría presente.
Por que fue salvada por ella, quien tomó su amistad como la única cosa buena que le había pasado, como la única que intento comprenderla, no por la imagen que mostraba, sino por lo que la atormentaba, y si no fuera por eso, Uraraka Ochako no habría sobrevivido.

No quiere pensarlo, pero su mente era una desgracia que la seguía atormentando con esa inquietante pero tranquila sonrisa de ella.
Himiko Toga.
Su salvadora.

————— ¡O-Ochako-chan! ¡Hey! —— La más bajita tomó sus manos, sacudiéndola suavemente, la castaña se había perdido en su mente. ————— Tus manos, gero. . .

Tsuyu la hizo reaccionar de algunos golpes en las mejillas, y esta se sobresaltó.

————— Ups. . ¿Me perdí otra vez? —— Le sonrió a su amiga, ahora en un intento de ocultar sus manos. En las cuales se mostraban algunas heridas causadas por sus uñas.

Siempre dicen que la impotencia ciega la prudencia y eclipsa a nuestro ser.
Y no había excepciones, aunque, Uraraka creía ser la excepción.

————— Ochako-chan, ¿Qué te parece si hacemos algo? —— Sonrió adorablemente, sin embargo, la castaña dudo por un momento aquello, pero asintió. ————— Ahora, comenzaremos a organizarnos con los chicos, ¿Esta bien? Así, podremos estar seguras de llevar a cabo tu loco plan, creo que. . Todos nos merecemos un poco de paz, gero. . . —— Tsuyu por un momento se sintió impotente, sintiendo las lágrimas salir de sus grandes ojos. —— A veces no dejo de culparme, gero. ¿Y si tan solo. . La hubieramos encontrado antes? . . . ¿Pudimos haberla salvado?

La de menor estatura, observó a su amiga, dubitativa, pero la castaña solo observó la ventana de su habitación.

————— No lo sé, Tsu-chan, a veces. . Es mejor ya no hacer conjeturas, ella decidió su destino y . . Aún así, hizo lo que pensó era lo mejor para ella. —— Acarició la cabeza de la chica, sonriéndole suavemente en un intento vano de subirle el ánimo. ————— ¿Qué querías hacer? Hoy soy toda tuya.

Bromeó, limpiando las lágrimas cuidadosamente, para así cambiar de tema. Tomando su mano izquierda para así halarla hacia la cocina, comenzando a bromear en el camino.
Para ella, no había nada más importante que la sonrisa de los que quiere.

————— ¿Y si hacemos algunas galletas? Podría llamar a Momo-chan y Mina-chan, gero. Creo que las demas fueron a visitar a sus familias—— La chica, se limpió las lágrimas de mejor forma con su pañuelo, sonriendo, mientras la castaña emocionada asintió. —————- Es viernes después de todo.

————— ¡Cuento contigo, Tsu-chan! ¡Voy a ver mis moldes personalizados de galletitas en mi cuarto! ¡También tenemos que quedar con el plan! ¡Waaa! ¡Nos vemos en un momentoooo! —— Sonrió enormemente comenzando a correr, para así desaparecer de la vista de la de menor estatura.

Asui miró el pasillo, mientras hacia una pequeña mueca.

————— Ochako-chan. . No eres buena fingiendo, ¿Sabes? —— Mencionó en el aire sintiéndose levemente culpable, sintiendo por un momento como si alguien estuviera detrás suyo, volteandose rápidamente, pero al final, no había nadie.
Suspiró, esta vez yendo a buscar a los demás, preguntándose si había sido completamente cosa de ella o algo más.

Sin embargo, el chico de gafas no supo el por que se escondía, sabía que escuchar a escondidas era malo, pero ya había visto a la castaña actuando raro, ¡El es el delegado de la clase! Tiene que ser capaz de ayudar a sus compañeros cuando lo necesitan.

Quiere ayudarla.
Y ya no por ser el delegado, sino como amigo.

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Tarareaba una pequeña canción de cuna que su madre siempre le había cantado cuando lloraba, sonreía como si esa fuera la única gesticulación que estaba en su rostro, abrió la puerta de su habitación para así por fin cerrar con calma.
Se quedó en esa posición por un momento, mientras comenzaba a temblar.

Su cuerpo derrepente perdió la capacidad de mantenerse en pie, su respiración se cortaba, ahogándose levemente y las lágrimas no paraban de bajar.
Los sollozos no pararon y la frustración acumulada salía dolorosamente en pequeños sonidos que callaba con sus manos, mientras se hacía bolita en el piso.

La garganta le ardía, sus orejas también, sentía que se estaba consumiendo y destruyendo poco a poco, mordió su labio, para hacer su sufrimiento más silencioso.

El trabajo de un héroe era difícil, más cuando intentas razonar y ayudar a esas personas que muchos creen que no tengan solución.

Ella no estuvo deacuerdo con los ideales que le presento Himiko Toga, pero, jamás negaría que quiso salvarla. Aunque fuera alguien con aspectos psicológicos cuestionables, nadie podía comprender que su Quirk siempre fue el problema.
La necesidad de sangre al menos había sido por ello.
Sin embargo nada es justificable, ninguna de las partes se comprendió, ella y la sociedad chocaron enormemente y simplemente paso lo que pasó.

Desde que despertó nuevamente luego de la pelea se lo preguntó, ¿Y si nos hubiéramos conocido antes? ¿Algo habría cambiado? ¿Ella hubiera tenido salvación?

La respuesta es No.
Uraraka Ochako pudo haber sido su mejor amiga en otra vida, pero eso no siempre significa que algún agente externo pudiera opacar eso, era triste pero cierto.
En esta vida todo tenía solución, menos la muerte.

Lo que le molestaba y frustraba, era saber que nadie pudo ver su resolución, nadie pudo ver como ella había dado su vida por la de ella.
Eso no iba a devolver a nadie, ni mucho menos expiar sus pecados, pero ella quería hacer ver el cambio.

Y es por eso que ella estaría eternamente en deuda con ella.
La recordaría por quien quiso ser y no por lo que era.
Una chica con una tétrica pero linda sonrisa que no quería tener miedo de mostrarse como es al mundo.

Pero era tan doloroso.
Ayuda.
Por favor.