Capítulo I.

89 7 0
                                    


Miró con algo de nostalgia a través de la ventana, mirando el gran jardín al que no ha ido en meses porque estar ahí la hace sentir tan desolada al punto de querer morir.

"Ella está en algún lado y tú estás aquí, haciendo nada para buscarla, incluso si sabes que su lugar está a nuestro lado."

Gruñe cuando el pensamiento la atraviesa por sexta vez en lo que va del día. En la última semana se ha sentido muy ansiosa y temerosa. La necesidad de ella se volvía cada vez más intensa, lentamente llegando al mismo nivel que sucedió durante la caída de Aster Dell.

Y eso es lo que tanto teme, porque ese hecho histórico en específico no la hace sentir muy orgullosa. Y teme que se vuelva a repetir justamente cuando se acerca el centenario de ese día en particular que cada vez está más cerca.

Es por eso que no menciona nada a nadie más y busca sus soluciones por sí misma. Soluciones que ha pensado antes pero que nunca tuvo la valentía de emplear por miedo a la verdad. La ignorancia durante esta etapa de su nueva vida la ha protegido como nunca lo hizo la verdad en su antigua vida.

La verdad sólo la lastimó y la llevó a ser maltratada aún más. En lugar de liberarla, solo le puso grilletes que incluso el día de hoy ella trata de disimular ya que es imposible que se le quite de su espíritu.

«Ve al más allá.» le dice su lado brujo. «Si la encuentras en paz, podremos liberarnos de esta carga inútil que nos ha frenado en nuestro camino a la grandeza.» su lado brujo era mezquino, deseoso y franco.

Solo quería una cosa, y esa cosa era la magia. Durante tantos años ella complació a su lado brujo que ahora el hecho de tener que lidiar con algo que puede interponerse en su camino de manera eterna la hace enojar. Por eso, de todos ellos, es el más drástico.

"¿Y si no está allá?" Se pregunta, pero reúne cada ingrediente que la transportará espiritualmente a un lugar donde no pertenece físicamente, pero en dónde una parte de su alma está.

«Entonces la buscarás en el infierno. Dónde seguramente está por querer a un bicho raro como tú.» gruñe de mal humor por el simple hecho de que existía la probabilidad de fallar.

Ser una bruja la mayor parte de tu vida fue bueno pero ahora es frustrante. Porque su lado místico era mezquino. Y su lado sobrenatural y el antinatural que ahora se unía a la mezcla solo servía para enloquecer a la mujer dentro de ella aún más.

Su lado místico era soberbio y orgulloso y el nuevo estado de su portador ahora lo tiene de suficiente malhumor como para incluso insultar sin importarle si se insultaba indirectamente también. Después de todo, a ese lado de ella solo le importan los resultados, no los medios.

«Prepárate para esto, perra.» la sintió reír con malicia y expectación desde lo más profundo de su alma.

Hela puso los ojos en blanco mientras los mantenía cerrados y comenzaba a susurrar cánticos en medio del pentagrama, ella ya no necesitaba pociones que harían posible el viaje astral, después de todo no necesitas fingir una muerte breve cuando literalmente estás media muerta siempre.

Así fue como la encontró Morgana, quien había ido a la habitación de Helaena para proponerle una caminata por los jardines reales, le diría que las rosas se estaban muriendo de tristeza y de seguro eso la haría salir de su cautiverio. Cuando la bruja entró y la encontró en un pentagrama acostada, con las extremidades estiradas de punta a punta, no se preocupó. Solo sintió curiosidad de saber a dónde carajos fue el espíritu de Hela. ¿A quién iría a visitar?

Sin embargo, esa despreocupación se convirtió en ira cuando se dió cuenta de los dibujos rúnicos en el pentagrama y luego de los otros elementos en él. La ira se convirtió en preocupación porque solo segundos después de su descubrimiento, el cuerpo de Hela comenzó a tensarse y un quejido salió de su garganta.

Dark Paradise |Rosalie Hale|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora