Problemas

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Al regresar las expectativas de Pete habían aumentado, imaginando que con el regreso a Bangkok todo lo que había ocurrido en el viaje sería olvidado . Durante el trayecto de regreso a la mansión Pete ya había tomado su lugar como un miembro más, encargado de la seguridad de Vegas.

Dos horas había durado el viaje de vuelta a casa, Porsche había viajado en un auto con los encargados de su seguridad, mientras Vegas viajaba en otro auto aparte.

Así como anteriormente Porsche se había negado a dejar que Pete abandonara su lugar, desde que se enteró hasta la actualidad seguía negándose a aceptar decisión de Vegas, a pesar de todo las discusiones por el tema no habían llegado a ningún lado, solo había logrado que el viaje lo realizaran en autos diferentes y su relación siguiera en ese ambiente tenso.

Al llegar a la mansión de la segunda familia, se sentía como si todo hubiera quedado congelado en el tiempo; uno donde Vegas ignoraba la presencia de Pete y se encargaba de cumplir con cada cosa que Porsche le pidiera, uno donde Porsche existía y Pete lo deseaba con todo su ser.

Vegas bajó del auto y se adentró a la casa sin siquiera mirar a atrás, seguidamente Porsche bajo del auto y le siguió el paso dejando que el resto se encargara del equipaje.

- Hey, Pete - La mirada de Pete regresó y vió a Nop y otros encargándose de sacar el equipaje del maletero, saliendo de su pequeño trance movió sus piernas hacía ellos y tomó un par de maletas.

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Al poner un pie dentro de la casa, Pete tropezó, así que bajó la cabeza y encontró lo que había ocasionado el pequeño contratiempo, una muñeca con dos alitas , específicamente un hada, sonrió y tomo el juguete entre sus manos para mirar al rededor y así confirmar si el respectivo dueño estaba cerca.

- ¡¡Pete!! ¡¡Pete!! - No fue necesario buscar con detenimiento, porque al instante un cuerpecito salió del mueble y corrió hacia él.

- Señorito Venice.

- Pete, eso mío, mío - El pequeño estiró sus manitas intentando alcanzar la muñeca que tenía Pete en sus manos, al ver sus gestos Pete colocó la figura en las manos del menor.

- Papá no quiso jugar conmigo.

- Debe estar muy ocupado, cuando se desocupe seguramente lo hará.

- Sí... Apenas llegó se encerró en su oficina ¿Podemos jugar nosotros?

- Mmm... voy a llevar estas cosas, cuando termine podemos jugar ¿Vale?

- Está bien - el menor mostró una sonrisa y corrió emocionado desapareciendo de su vista al instante.

Apartando la mirada del lugar donde había desaparecido Venice hace un minuto tomó las maletas nuevamente y subió las escaleras.

El viaje había sido corto pero no quitaba el hecho de que aún así era extremadamente agotador. Llevó las maletas directamente a la habitación de Vegas y Porsche, se apresuró a colocar el equipaje en el lugar indicado y cuando se disponía a abandonar la habitación escuchó a alguien aclarándose la garganta, acto que lo hizo voltear hacia la persona que se encontraba recostada en el marco de la puerta con una toalla rodeando su cintura, mientras lo miraba como si fuera un tigre observando a su presa.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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