capítulo 12.

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La eriza amaneció de vuelta en el taller, después del que el pervertido del peli-verde la haya abusado de ella. Despertó con los ojos hinchados y rojos, con más cansancio de lo normal y no querer empezar la mañana.

Se levantó y se fue al baño a ducharse. Se vistió y volvió a dormir en su cómoda cama.

El colbato por una extraña razón se levantó.

-se estira.- aaahh~.- se masajea la cara.- que lindo día, ¿ah?.- mira confuso a la eriza, ya que era milagro que no se despertara temprano.

-*¿estará enferma otra vez?*- pensó.- a ver...- se acerca y se sienta en la cama. Le toca la frente para averiguar si no está enferma. Al sentir la temperatura adecuada y su respiración tranquila y regular, suspira aliviado.

-mmm...- se levanta por el tacto del colbato. - buenos días. - habló sin mucho interés.

-buenos días. - habló con una sonrisa. -¿ y eso que soy el primero en despertar?- continúa. - milagro, ¿no?.

- es una larga historia. - dice parpadeando.

-¿llorastes anoche?- pregunta al ver sus ojos hinchados y rojos. - a ver, ¿que pasa?- pregunta a ver a su amiga viendo un punto fijo de la habitación.

-¿Mary?- le pone la mano moviendola de un lado a otro para que reaccione.

-¡nada!, nada.- suelta asustada pensando que la iba a tocar.

-oye, oye, calma. - habló tratando de tranquilizarla. - sé que está pasando algo, ¿dime que te pasa?.- pregunta preocupado.

-ya dije que nada.- se levanta de su cama pasándose de largo al colbato.

-*que extraño, que yo sepa ella no es así*.- pensó viendo por el lugar de donde salió.

Baja a la terraza, no estaba, se fue a la cocina, tampoco, fue al patio, lo mismo. Preocupado se va a la montaña de donde el siempre descansa en vez en cuando.

Suspira aliviado al verla sentada en el césped, cubrirá entre sus piernas, sollozando.

Se acerca hacia a ella a paso lento, se sienta al lado de ella, acariciando su cabello para que toma la calma.

-oye tranquila. - susurra en su oído. La contraria solloza un poco más fuerte.

La eriza con lágrimas en sus ojos levanta su cabeza y se lo queda mirando, tratando de buscar las palabras adecuadas.

-s-sc-scourge...-decía tartamudeando. -abusó de mí...- dice en un susurro a lo último. Vuelve a meter su cabeza entre sus piernas por la vergüenza. El colbato a escuchar eso se llena de ira que sus manos forman en un puño.

La abraza consolandola, poco a poco se calma hasta poder hablar con claridad.

-lo bueno.- absorbe su nariz.- es que pude defenderme de él y llevarlo a la comisaría.- cuenta con los ojos hinchados.

- ese imbécil...- aprieta su mandíbula.- desgraciado.

-ya cálmate.- habla a regañadientes.

-suspira pesado. -¿cuando fue eso?- pregunta con una expresión seria.

-ayer en la noche.- responde.- pero lo deje inconsciente y lo lleve a la comisaría. - se limpia las lágrimas. -ya estoy mejor, vamos a regresar.- se levanta con dificultad, por lo que el colbato la sostiene a tiempo.

-no puedes caminar al estar todo el tiempo sentada. - se levanta.- déjame ayudarte. - le extiende la mano con una sonrisa.

-esta bien...-recibe la mano. De repente este la coge en brazos sosteniéndola como si una princesa se tratase.

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