Capítulo 3

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Ese día no tenia nada que hacer puesto que el avión que me llevaría a mi y a Carlos al siguiente gran premio saldría hasta mañana.

Decidí entrar a mis redes sociales, (vaya error).

Me encontré con miles de comentarios sobre mi y la pésima largada de ayer y, bueno, nada de lo que decían era precisamente agradable.

Comentarios diciéndome lo terrible que creen que soy, millones de comparaciones con mi compañero, de como él había logrado subir tres puestos y de como yo retrocedí, y también sobre la mala parada en pits comentando que Carlos era el único que estaba haciendo las cosas bien en la escudería.

Esas personas realmente no saben lo duro que es esto para mi, y lo mucho que me dañan este tipo de comentarios, de verdad traté, pero no pude evitar pensar que algunas de las cosas que decían eran ciertas.

Alguien tocó mi puerta y tire rápidamente mi teléfono a la cama.

—Hola, Charles— dice Carlos entrando a mi habitación— oye pod..¿Que pasa?

—No pasa nada— mentí— ¿Por qué lo preguntas?

—Tienes en la cara un letrero que dice que pasa algo— comenta preocupado.

—Estoy bien— aseguro— ¿a que venias?— pregunto tratando de desviar el tema.

—Venia a preguntarte si podíamos hacer algo, estoy un poco aburrido— dice riendo un poco.

—Esta bien, ¿Qué quieres hacer?— acepté, hacer algo con Carlos me ayudará a no pensar en todos esos comentarios.

—Estaba pensando que podríamos jugar ajedrez— propuso.

—Bueno pero te aviso que no soy muy bueno— dije.

—No te preocupes, yo tampoco soy el mas experto— contestó— vamos, el ajedrez esta en mi habitación.

***

—No puede ser, dijiste que no eras muy bueno— se queja cuando le gano por tercera vez.

—No es mi culpa que tú seas malísimo— digo riendo cuando el hace una mueca de molestia.

—No, lo que pasa es que eres un mentiroso— me acusa.

—No soy un mentiroso, te dije que no soy muy bueno y no lo soy— trato de defenderme.

—Acabas de ganarme tres veces seguidas ¿Cómo puedes decirme que no eres bueno?— pregunta divertido.

—Esta bien, talvez soy un poco bueno— acepto.

—Ya me canse de perder, hagamos otra cosa— dijo mientras empieza a guardar las piezas.

—¿Cómo se lidia con los malos comentarios?— la pregunta abandona mis labios incluso antes que termine de pensarla.

—¿Eso es lo que estabas haciendo antes de que llegara?— asiento viendo al suelo— Charles, estoy seguro que todas esas personas que te critican jamás hubieran llegado ni de cerca a lo que tú eres ahora.

—Lo se, pero no puedo evitar que me afecten— digo cubriendo mi cara con mis manos, ni siquiera se por que le estoy diciendo esto a Carlos.

Talvez estoy exagerando, porque no es como si fuera mi primer error o mi primera posición baja, he tenido muchas peores, y talvez lo que realmente me afectan son esas comparaciones, no hay algo que odie mas que las comparaciones.

—Charles, nadie puede verlas y no prestarles atención, pero esa es la respuesta, no verlas, si te dijera que nunca le tome importancia a las criticas te mentiría, pero aprendí que lo mejor es no ver nunca comentarios— me sonrió.

El deseo de amar a Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora