Epílogo

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Narrador

Las catapultas seguían lanzando rocas gigantes que llegaban a lastimar al alfa, pero este gracias a su gran tamaño y ferocidad seguía atacando violentamente.



Bru: Guacara ten cuidado!!!!!

El Cremallerus esquivaba el cuerno del alfa que se dirigía hacia ellos.


Br: Por que??? Por que siempre tenemos que pelear con los dragones más grandes???


Bo: Gruñón!!!! Dale!!!

Gruñón soltó un gran charco de lava junto con otros dragones Gronckles hicieron lo mismo lastimándolo.


Antes de que pudiera escupir otra ráfaga de hielo peligrosa, dos golpes de plasma lo lastimaron fuertemente.

Eran Astrid montada a Chimuelo junto con Luminosa.


Va: Hasta que aparecen.


As: Drago se ha ido es hora de detener el alfa.

Una vez que Astrid se unió a la batalla junto a los demás jinetes, la situación comenzó a cambiar. Chimuelo, usando su autoridad como Alfa, rugió con fuerza y ordenó a todos los dragones que formaran un muro alrededor del gigantesco Alfa enemigo.


Luminosa, Albóndiga, Colmillo, Rompe-Cráneos y otros dragones formaron un círculo, rodeando al titán que los enfrentaba.



Astrid, desde su posición, observaba cómo los dragones comenzaban a lanzar pequeños disparos de fuego, forzando al Alfa a retroceder poco a poco.


As: Fuego!!!!!!!

La táctica era lenta, pero efectiva. El Alfa, que había sido controlado por el cristal roto de Drago, luchaba por liberarse, pero los dragones de Berk no cedían terreno.


Finalmente, Chimuelo y Luminosa sobrevolaron el área, sincronizando sus disparos de plasma. Con una coordinación perfecta, ambos lanzaron un ataque combinado que golpeó directamente uno de los cuernos restantes del Alfa.



El poderoso disparo de plasma impactó con tal fuerza que el cuerno se rompió en pedazos, provocando un grito de dolor ensordecedor del gigante.



El Alfa, derrotado y en agonía, se rindió. Con un rugido final, se sumergió en las profundidades del océano, alejándose de la isla y sus dragones, devolviendo finalmente la paz a Nuevo Berk.

Todos los vikingos jinetes empezaron vitorear ante su gran victoria.


As: Vikingos por siempre!!!!!!!!!!!


-Vikingos por siempre!!!!!!!!!!!!!

Mientras los jinetes y los dragones regresaban, el ambiente de la batalla daba paso a la calma.

Astrid volvió a abrazar a sus hijos pero mientras estaba feliz de terminar con ese conflicto. Pero vio que ya no estaba cierta persona. Ragnar.


Ragnar, sintiendo que su lugar ya no estaba en esa isla, se escabulló hacia la playa, donde lo esperaba un pequeño barco. Eret, que había seguido a Ragnar, llegó antes de que partiera.



Er: Te vas tan pronto???


Ra: No pertenezco aquí.


Como entrenar a tu dragón: Vikingos Por Siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora