II

3 0 0
                                    

La siguiente vez que habló con Issei fue cuando supo su nombre. Era la hora del almuerzo, Takahiro caminaba hacia la cafetería, con los ojos fijos en la pantalla de su teléfono.

Estaba demasiado concentrado en el dispositivo y chocó contra alguien. 

Takahiro se apoyó en sus propios pies tambaleantes y el teléfono se le cayó de las manos, aunque nunca llegó a caer al suelo. El chico de cabello oscuro se paró frente a él, con el tesoro de Takahiro en una mano y con la otra agarrando la manga de Takahiro para evitar su caída.

Takahiro lo miró fijamente, tomando lentamente el teléfono de la mano del otro mientras se lo sostenía.

—Bueno —dijo Takahiro lentamente—. Gracias.

“Probablemente deberías tener cuidado por dónde caminas”.

—Probablemente debería. —Takahiro sabía que debía saber su nombre, considerando que lo había salvado a él, a su teléfono y que había estado en algunas de sus clases—. ¿Cuál es el nombre de mi salvador? —Decidió preguntar.

"Matsukawa", habló. "Matsukawa Issei."

—Hanamaki Takahiro —dijo Takahiro, extendiendo su mano, e Issei la estrechó—. ¿Almuerzo?

Y Issei asintió.

Diferentes canciones  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora