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Sábado 9:13 a.m [ villa de Sergio]

En cuanto despertó Sergio, sintió un peso sobre el, lo  que causó una sonrisa al notar que era Max que dormía profundamente en su pecho, sin duda alguna le encantaba esa imagen y le encantaba la sensación de estar con el. Lo abrazo para intentar seguir durmiendo con el o quizá solo contemplar la linda imagen que tenia.

Poco mas de treinta minutos pasaron para que el rubio despertara encontrándose con los ojos de Sergio que se encontraba aún observando. Max se ruborizó pues el no sabía cuánto tiempo había estado mirándolo Sergio.

- Buenos días - hablo Sergio para romper el silencio.

- Buenos días, ¿Cuánto tiempo llevas haciendo eso?

- ¿Haciendo que?

- Mírame.

- Mmh... Media hora y juro que no fue suficiente, me encantaría mirarte todos los días. - Max se ruborizó por pena, nunca había estado así con alguien.

- Oh por dios, ¿Media hora? Que vergüenza. - Max se tapó el rostro con las cobijas para evitar míralo a los ojos.

-¿Por qué? - Sergio intentaba verlo a los ojos.

- Seguro que me veo horrible. -  Max hablo dándose por vencido dejando ver su rostro, el cabello lo tenía demasiado desarreglado y de alguna forma eso le parecía lindo a Sergio.

- Te juro que te miras lindísimo - Sergio sintió unas ganas enormes de besarlo, unas ganas que no contuvo así que lo beso, siendo correspondido de inmediato,  el beso era tierno y lleno de sentimientos, Max sabía que nunca lo habían besado de esa forma, de la forma en la que se dicen todo pero nadie habla, como cuando sabes que estas perdido y no hay escapatoria pero tampoco tienes pensado huir. - Ya deben tener el desayuno, tenía pensado en que fueramos antes al Wembley Park, cuando hay algún evento el lugar luce increíble, debemos darnos prisa. Solo desayunamos y nos iremos, alístate lindo - Sergio lo volvió a besar y sabía que podía acostumbrarse a esos labios tan suaves, no podía descifrar si aquello era bueno o no.

Ambos se levantaron, el rubio fue a la habitación donde anteriormente se había instalado para poder tomar sus cosas y poder darse una ducha. Sergio por su parte no sabía que hacer, le encantaba Max y eso era evidente y también era evidente que le gustaba porque la sensación cuando está con el, no tiene comparación.

Tomo la única decisión coherente que encontró: llamar a Carlos.

- CARLOS. - luego de dos tonos contestó.

- Dime, ¿Que necesitas está vez? Dinero no prestó, aún no me devuelves los 15 euros que te preste.

-No es dinero Carlos. - Sergio sabía que no había otra persona que le tuviera tanta confianza por lo que debía decirle.

-Pensé que habías quedado en quiebra luego de todos los gastos que hiciste en tan solo una semana por cierto rubio.

- Quiero pedirle que sea mi novio, ¿Cómo lo hago? Quiero hacer algo bien, hacer algo que el se merezca, ¿Debería ser durante el show? o  quizá después, no se que hacer Carlos.

- Mira, las cosas planeadas nunca resultan bien, hazlo en el momento que sientas que es el indicado y bueno te diría algo como un dale una joya linda, pero se ve que no es un chico materialista, se nota que es un chico muy simple que estara encantado si fuera hoy.