Sofía y Alejandra:

6 0 0
                                    

No estaba prestando demasiada atención a la conversación de mi madre con Sofía: hablaban sobre porque Fi no había venido en un tiempo. Para variar discutimos, ella quería que yo le dedicará más atención y que apagara el celular cuando estuviéramos juntas. Le dije que no, no sabía cuándo me podía llamar un cliente con una emergencia. Nos distanciamos. Fi intentó buscarme pero yo me ocupe con varios casos, entonces no respondí sus mensajes, ni llamadas, ella pensó que yo estaba muy enojada. Sofía tuvo que ir a no sé dónde por un asunto de la empresa y no me volvió a llamar porque quiso darme espacio, un día entré a mi oficina y estaba llena de rosas y luego llegó ella con una caja de mis chocolates favoritos para pedirme perdón.

Claramente eso no es algo que yo fuera a contarle a mi madre, ella no sabía de lo mío con Sofía y así iba a seguir, eso era lo mejor. Lo mío con ella era un secreto, solo lo sabían Victoria, Brenda y las hermanas de Sofía. No necesitaba gritarle al mundo mi amor por ella, la amo, ella lo sabe y eso me basta.

—Hija, creo que deberías de darte una oportunidad con Ricardo. Me parece un buen hombre, caballeroso, atento, y siempre está intentando convencerte de salir. No te haría daño decirle que si — casi me atragantó con la copa de vino que estaba tomando, ¿en qué momento la conversación llegó a eso? A mi madre siempre le ha caído muy bien Ricardo, a mí también, pero como amigo, como colega. Nada más. — ¿Tú qué opinas, Sofía?

—Estoy de acuerdo con usted, creo que Ale ya lleva mucho tiempo soltera, y no sale mucho — dijo Sofía sin mucho interés mientras movía un poco su copa y olía ligeramente el vino, como si lo estuviera catando. Creo que un poco de pánico cruzó mi mirada, pero intenté calmarme. Tragué saliva intentando descifrar si Sofía estaba o no molesta.

—Creo que ya te había dicho que no me hables de usted — le recordó mi madre a mi chica.

—Si, lo siento — se disculpó ella y esbozó una ligera pero hermosa sonrisa.

Intente mantenerme tranquila, quizá fue solo un comentario para disimular, pero no voy a negar que la respuesta de Fi me inquietó, ella estaba completamente serena. No se podía leer nada en su expresión, había veces en las que eso no me gustaba, odiaba no saber qué le pasaba a mi novia y más si era posible que estuviera enojada conmigo. Me excuse con mi madre diciendo que Sofía y yo subiríamos a mi habitación para ver una película, necesitaba poder hablar con ella a solas sobre esto.

Sofía nunca ha sido una mujer insegura, pero se que yo la he hecho sentir así muchas veces cuando me ve con Ricardo, no es que a mí me interese, pero es lo que se supone que debo hacer, es lo que mis padres quieren. Cuando mi madre o mi padre nos ven, yo suelo corresponder alguno de los intentos de Ricardo por ganar mi atención, cosa que lástima a Sofía. Pero no quiero que piense que lo hago porque me interesa, ella es la única que no sale de mi cabeza. Ella es la única persona que quiero a mi lado. Nadie más.

—Sofia…

—¿Cuando te vas a decidir por darle el si a tu fiel caballero de brillante armadura?— rodé los ojos, no me gustaba cuando se ponía sarcástica. Yo quería a mi chica dulce, no a la perra que parece estar a la defensiva por todo.

—Eso es cosa de mis padres. Sabes que a mí él no me interesa — dije mientras me acercaba a ella para besarla, pero se apartó de mí. Solté un suspiro frustrada, odiaba que me rechazara así.

—Lo digo en serio Alejandra— fruncí el ceño, definitivamente estaba enojada, solo cuando lo estaba me llamaba por mi nombre, Fi dejó de llamarme por mi nombre desde que nos hicimos pareja, siempre me llamaba Ale o Licenciada De la Vega con ese tonito que me volvía loca y una sonrisita coqueta que me desarmaba por completo.

—No me digas así— me queje y puse un puchero intentando derretir su coraza de hielo.

—Así te llamas—volví a soltar un suspiro, no me gustaba su tono frío. Yo también te amo mucho, mamá, gracias por todo. Tu apoyo es invaluable. De verdad, con una madre así mejor no buscarme enemigos —Si sientes algo por el casence, así lo puedes ver toda la vida con la sonrisa de idiota enamorada que pones cada vez que se te acerca

—¿Qué sonrisa?

—La misma sonrisa de idiota que pongo yo cuando estoy contigo —Luego de decir eso Sofía soltó un suspiro y se sentó en la cama con la cabeza apoyada en las manos, pude ver cómo estaba intentando calmarse.

No podía quejarme de sus celos cuando yo los provocaba, se que era difícil para ella soportar esas situaciones.

Estuvimos así unos minutos en los que ninguna dijo nada, yo no pude evitar pensar que Fi parecía una niña pequeña. Mi niña pequeña. Me daba muchísima ternura. Si de verdad piensa que miro a Ricardo como una idiota nunca ha visto como la veo a ella. Sus ojos son un bosque en el que me perdería con gusto. Podría verla toda la vida.

—Perdón... —Sofía levantó la mirada para decir eso y tenía los ojos húmedos, ¿Cómo le explicaba que no estoy enojada? La mayoría de veces que discutíamos ella acababa aceptando la culpa aunque no fuera de ella. Y junto con la culpa también aceptaba un posible enojo de mi parte. —Me estoy comportando como una idiota, tóxica y celosa

No dije nada, solo me senté a su lado y la abracé,  ella apoyó la cabeza en mi hombro. Mi niña se aferró a mí, no la consideraba una tóxica celosa. Hemos tenido altas y bajas, y se que no es fácil para ella verme hacer lo que hago, pero es ella a la que amo, limpie una lágrima que rodó por sus ojos. No quería verla así, pero se que no podía dejar mi dinámica con Ricardo, necesitaba guardar las apariencias con mis padres.

—Te amo, y ni siquiera un caballero con armadura dorada o un puto dragón va a cambiar eso—Le dije mientras pasaba mi mano por su cabello y le daba un beso en la frente. Mi niña volvió a aferrarse a mi y escondió el rostro en mi cuello, está mujer podía ser como la Antártida y a veces podía causar un coma diabético. Prefiero el coma diabético, justo como ahora

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 08, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Borradores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora