5. Tu historia ya está escrita.

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Junio de 2020. 5 meses para la boda.

El sonido de aviso despierta a Harry, que se encoge a la misma vez que abre los ojos, llevándose una mano al pecho. Su mirada se desvía automáticamente hacia el panel que tiene justo en frente, donde puede ver que es hora de volver a ponerse el cinturón; estaban a punto de aterrizar.

Necesita unos segundos para recomponerse y situarse con todo lo que estaba pasando en su vida. Se ha pasado todo el vuelo durmiendo, quizá por la pastilla que tuvo que tomar antes de subir. Hace exactamente un mes que había vuelto a tomar, de nuevo, ansiolíticos y pastillas para dormir, aunque estas últimas ya han dejado de hacer efecto en él.

Se frota los ojos a la misma vez que se acomoda en su asiento y dirige su mirada a la derecha, para encontrarse con la sonrisa de una señora mayor que estaba tejiendo un pequeño jersey a su lado.

''Es para mi nieto.'' Le extiende el jersey a Harry para que pueda verlo de más cerca. Tiene unas rallas verdes y azules que se suceden a lo largo de la prenda perfectamente confeccionada. ''Viajo para conocerlo por primera vez y estoy tan emocionada que creo que no dejaré de llorar hasta que lo vea.'' Los ojos color miel de la entrañable mujer que tiene a su lado se humedecen y Harry solo puede alargar su mano y posarla sobre la de ella.

''Seguro que le encanta el jersey, es precioso.'' El rizado le aprieta la mano a la mujer, que responde con una gran sonrisa.

''¿Y tú, cariño? ¿Vuelves a casa?''

''Si, bueno, más o menos, yo...'' Durante un momento, se replantea si es necesario desahogarse con una completa desconocida, pero esa mirada le transmite tanta seguridad que no duda en compartir con ella la incertidumbre de su futuro. ''Sí, vuelvo a casa, pero no tengo claro si es para quedarme o para una larga, laaaarga visita.'' Harry hace enfásis en la palabra larga, ya que la realidad es que ni siquiera sabe que hace en un avión destino a Doncaster. Ha comprado los billetes durante la madrugada en la que no podía dormir. 

''Oh, cielo, la gente de tu edad tiene tanta necesidad por saber que haréis mañana, que a veces se os olvida que estáis viviendo en el presente.'' La mujer, de melena blanca y ondulada, vuelve a retomar el jersey que está tejiendo, ejerciendo movimientos rápidos que parecen casi imposibles de hacer. ''Una vez estuve tan enferma que ni siquiera pensaba que llegaría al día siguiente. Me pasaba el día imaginando e intentando adivinar si la mañana siguiente me levantaría o sería mi última noche. Entonces cada día disfrutaba de mis últimas comidas, de mis últimas salidas, de mi último libro... Cuando me quise dar cuenta, estaba recuperada y había vivido cada día como si fuera el más especial del mundo.''

Y como si nada, hizo un nudo final y colocó el jersey sobre sus muslos, admirándolo como si fuera la mayor obra de arte del mundo. Justo en ese momento, el capitán anunció que el aterrizaje estaba a punto de comenzar.

''Justo a tiempo.'' Levanta el jersey sobre el aire, orgullosa de su creación. Y como si nada, vuelve a retomar el tema. ''De esto se trata la vida, cariño, de vivir cada día como si fuera el último y sin miedo. No pienses en el futuro, porque traerá lo que es mejor para ti. Tu historia ya está escrita.''

El discurso deja a Harry sin palabras, tanto que apenas puede pronunciar un leve ''gracias'' que aquella señora recibe con una sonrisa que él nunca había visto; estaba llena de nostalgia.

Justo eso es lo que siente cuando, una vez recogidas sus maletas, empieza a caminar por el aeropuerto de Doncaster. A medida que avanza, recuerda como fue el primer día que decidió irse. Estaba lleno de dolor, pero también de ilusión y de sueños y, seguramente, fue el último día que se sintió así.

Burn - just to prove me that you canDonde viven las historias. Descúbrelo ahora