N/A: canciones recomendadas para esta parte: Love of my life - Queen; Everything I own - Bread; Let it be - The Beatles
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Julio de 2012
Los primeros rayos de sol habían comienzan a relucir en el cielo de Doncaster. Apenas son las 4 de la tarde y en Lakeside no hay rastro de personas que no sean Louis o Harry. Aquel lugar es tan suyo que la mera presencia de otras personas acababa acaba incómodo para ellos.
Desde que se conocieron en el colegio, no encontraban otro lugar en el que pudieran ser libres. A veces simplemente acudían allí, esperando encontrarse el uno con el otro. Y desde hacía 10 años, no había ni un solo día en el que se hubieran encontrado solos.
Es su válvula de escape, su propia realidad, un mundo exento de cualquier tipo de problema o de preocupación. Lo había sido así siempre.
Han pasado juntos todo tipo de experiencias en aquel lugar. Incluso una vez Louis con 10 años escapó de casa solo porque su madre no le dejaba tener un perro. Su amigo le repitió una y mil veces que, si alguna vez encontraba alguno que necesitara su ayuda, lo iba a llevar a su casa sin pensárselo dos veces. Al final nunca se atrevió.
Ante el recuerdo, Harry sonríe instintivamente, soltando una pequeña risa ahogada que llama la atención de su compañero.
''Eh, ¿de qué te ríes?'' Harry tiene sus piernas estiradas sobre el césped, y Louis ha aprovechado esta posición para reposar su cabeza sobre el regazo de Harry. Inclina su cabeza levemente para poder observar la expresión de su amigo.
''No es nada.'' Harry lleva una mano al pelo de Louis, acariciando con cuidado los mechones que sobre su frente. Hace tiempo que estaba dejando su pelo crecer, tanto que el flequillo casi le tapaba el ojo. Retira los pequeños pelos que reposaban sobre su ojo.
''Me he acordado de aquella vez que quisiste convertir tu casa en un centro de acogida para perros.''
''¿Me lo vas a recordar siempre?'' Louis sonríe, haciendo que sus ojos azules se achinen, y unas pequeñas arruguitas salgan bajo sus ojos. ''Era joven e inocente, y además tenía 10 años.''
''Sigues siendo inocente.''
''Joven si, inocente no'' Louis cruza las manos sobre su pecho, buscando una posición más cómoda. Ambos están compartiendo el mismo par de auriculares y, como siempre, suena Ray LaMontagne. Harry lo admira desde hacía tiempo y Louis se había resignado a tener que escucharlo todos los días, solo porque le encantaba compartir ese hábito con él. ''Solo tengo 17, Hazz, imagínate todo lo que nos queda por delante.''
''No quiero pensar en el futuro.'' Harry resopla, tomando una gran bocanada de aire y sintiendo la esencia de lakeside en sus pulmones. ''No me gustaría pensar que algún día no voy a estar haciendo esto.''
''Tú siempre tan optimista.'' Harry esboza una pequeña sonrisa, haciendo que un hoyuelo se marque en su mejilla derecha. Louis parece darse cuenta, y sonríe casi sin darse cuenta. ''Vamos a estar haciendo esto, da igual el lugar.''
Parece tan convencido que él simplemente quiso creer que iba a ser así, y deja que su mente descande por unos minutos. Louis cierra los ojos, dejando que el aire moviera su pelo, desordenándolo. Harry simplemente se dedica a admirarlo. Los rayos de sol hacen que su pelo se vea de un color castaño y está seguro de que si ahora mismo sus ojos estuvieran abiertos, no tendrían nada que envidiarle al color del lago. Durante los últimos segundos, queda embobado admirando como los 3 lunares de su mejilla hacen un triángulo casi perfecto, pero de un momento a otro abre los ojos, haciendo que el chico del pelo rizado tuviera que desviar la mirada.
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Burn - just to prove me that you can
Fanfiction16 y 17 años. Harry y Louis pasean por las calles de Doncaster, soñando con el futuro perfecto. A los 18, Harry dejó de soñar e hizo las maletas para marcharse a Nueva York. 6 años después, una llamada hace que se replantee volver a casa; Louis est...